29/05/2015
 Actualizado a 14/09/2019
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¿Habéis visto alguna vez pelearse a dos gallinas? Homérico...; se vuelven locas con la sangre que sale de sus cabezas. No paran hasta que una de las dos cae muerta. El debate, antes de las elecciones , de las señoras Aguirre y Carmena, me pareció talmente una pelea de gallinas. Como uno no tiene pagado lo de Tele Madrid, me conformé con verlo, en diferido, en el Youtoube. ¿Cómo pueden, dos abuelas, ser tan malosas? ¿No les dará un rayo de vergüenza que las vean sus nietos? Los picotazos, los salivazos, los arañazos con las garras, eran dignos de la peor pelea callejera. ¿Propusieron algo nuevo, en definitiva, para mejorar la vida de los ciudadanos de Madrid? No. Todo se reducía al ya famoso «y tú más». Tú más ladrona, tú más drogas, tú más puta... Ni una sola solución. Y, a pesar deeste poco edificante debate, la gente, los gatos, no se quedaron en casa. Fueron a votar. Como no podía ser de otra manera, empate. O casi. ¡Vete a saber quién será la señora alcaldesa! Bueno, si. Será la ‘abu’ con gafas y pinta de sabionda, con la ayuda de los del Psoe, que no tienen más interés en esta vida que joder a los del ‘pepe’, que es lo que toca. Por cierto, la derecha mediática ya está agitando los fantasmas del Frente Popular, cuando el pueblo pasa del tema totalmente. Tened cuidado de no intoxicarse...Si es que todo esto os pasa por ir a votar, si es que no me hacéis caso, (ni falta que hace), si es que os gusta perder el tiempo. No tenéis remedio... En cualquier caso, el famoso debate me demuestra que las mujeres, en esto de la política, son igual de malas que los hombres. Y más taimadas, más crueles, más calculadoras, más obsesivas. Después de haber pasado cientos de miles de años de vacaciones en lo de la cosa pública, en el momento que han visto abierta la gatera del poder, quieren recuperar la ventaja de los hombres sin el menor escrúpulo, de la forma menos elegante y más directa. Las mujeres, lo sé por experiencia, son todas listas, o eso me han echo creer; en consecuencia, son mucho más peligrosas que los hombres, porque son capaces de ser mucho más malas. ¿Habéis visto hacer daño al tonto del pueblo? Hombre, un poco, puede ser; pero hace más el que es listo, porque busca las vueltas sin rodeos, directo a joder al prójimo sin remordimientos.

Hiponates de Efeso dijo que «la mujer da al hombre solamente dos días de felicidad: cuando se casa y aquel en que le deja viudo». Parece claro que no le fue bien con las mujeres. ¡Claro!, como era cojo, raquítico y tuerto, las tenía resentimiento. O, tal vez, es que las conocía muy bien. Salud y anarquía.
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