12/01/2021
 Actualizado a 12/01/2021
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Por aquí ni rastro de Filomena, antes ya estaba nevada la montaña leonesa, sin nombre propio ni apellido conocido, los carámbanos cuelgan de los aleros como estalactitas crecidas con el paso de los siglos, los caminos perdidos y solo encontrados por el tiempo dedicado de los viejos lugareños haciendo huelga al caminar, sin fotos ni Casado entregado a la causa del montaje realizado. Con ruedas de invierno se encarama el coche hasta llegar al pueblu despoblado para dedicarle el último adiós al paisano que se afanaba en cuidar los praos y jugar al dominó con las fichas retenidas en la memoria, en el pueblu en el que quedan pocos habitantes nacidos en la Babia del Torreón. La estadística no engaña, en los últimos diez años bautizaron a tres bebes no nacidos en el pueblu y fallecieron 15 paisanos y contigo amigo 16. Pero ni rastro de Filomena, será porque la montaña está acostumbrada a soportar nevadas que no son noticia y solo se les dedica algún refrán como «año de nieves, año de bienes». Por cierto, será el 2021 el año de la recuperación y de la vuelta a la normalidad, será el año en el que las democracias se muestren más vigorosas y puedan soportar los envites de los que no creen en la Constitución como pasó en el Capitolio. Será el año en el que el PIB volverá a crecer a costa de trabajos precarios, salarios bajos y un aumento de la pobreza. Será el año que la vacuna llegue a todos los países incluidos los pobres. Será el año en el que se fortalezcan las políticas sociales y aumente el gasto social para no dejar a ningún colectivo en una situación dramática como la Cañada Real. O seguirá siendo el año de las mujeres esclavas de sus trabajos mal remunerados como en los centros educativos, en los centros de día, en las residencias de mayores, en las guarderías, en la dependencia, en la limpieza... aparte de ocuparse del trabajo no retribuido atendiendo a sus familias, mientras el hombre en el mejor de los casos seguirá ayudando. Pero ni rastro de Filomena, aunque siga un operario de la quitanieves sepultado bajo un alud de nieve en San Isidro, los vecinos llevan años alertando de que esto podría pasar, pero la noticia es la nevada en el centro del ombligo, de los que dicen que desde Madrid al cielo. Después de Filomena vendrá Gaetan.
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