20/11/2015
 Actualizado a 15/09/2019
Guardar
Se terminó el culebrón Adán. Cuando peor pintaba la cosa, con rumores sobre el interés de Deportivo o Granada por hacerse con los servicios del faberense y este de vuelta al filial, hubo fumata blanca.

Habrá Adán para rato. El acuerdo llegó, pero está por ver si en el proceso no se ha perdido la mejor versión del canterano, que estaba comenzando a brillar con luz propia antes de que estallase todo, o si el parón forzado termina pasándole factura en favor de un Seoane que se reconcilió con sí mismo ante el Almería y dio el primero paso para recuperar el terreno perdido durante este primer tercio de temporada.

Y es que la fumata en los despachos no se ha trasladado al terreno de juego. Hacerse con un hueco en el once se cotiza cada vez más caro y se han abierto varios frentes.

El primero en la acera de enfrente. En el lateral izquierdo Camille apuntaba a indiscutible y ha visto como Casado -el del Castilla, no la ‘sombra’ que deambuló por el Betis- ha reconquistado a Manolo Díaz, que a pesar del buen momento del madrileño, no se olvida del francés y lo sigue teniendo muy presente en sus quinielas, aunque de momento, le toca esperar.

En la delantera la lucha es a tres bandas. Parte con desventaja Jebor. El liberiano golea con su selección, pero con la Deportiva todavía no se ha estrenado en competición oficial y tendrá que aportar algo más si quiere ganarle la partido a un Berrocal enchufadísimo y un Djordjevic que ya salvó un punto ante el Mirandés.

Y en el centro del campo habrá que sobrevivir sin Andy. ¿La ‘buena’ noticia? Melero parece dispuesto a tomar el relevo. Tampoco puede dormirse en los laureles. Jonathan Ruiz y Basha -si vuelve a tope-, son otra alternativa para un Díaz que la hora de hacer un once no entiende de fumatas blancas.
Lo más leído