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Fuera de lugar

28/05/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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En un lugar de La Mancha…» Así comienza la obra más universal escrita en castellano, con una mención al lugar. En tiempos de globalización, mundialización de la economía y homogeneización de la cultura, el lugar pierde entidad frente a otros conceptos. Lo pone de manifiesto del geógrafo Alastair Bonnet en el libro ‘Fuera del Mapa. Un viaje extraordinario a lugares inexplorados’ (ed. Blackie Books), una delicia de atlas dibujado con fantásticas historias. El libro se puede leer por puro deleite de explorador, pero también con una visión crítica de la transformación del paisaje ya sea natural o urbano.

A esta ciudad y a esta provincia se les podría dedicar algún capítulo.

Bonnet habla de «recorrer unos paisajes que en algún momento debieron de significar algo, pero que se han visto reducidos a meros espacios de tránsito». Sin entrar en el debate de la conservación y el desarrollo, un ejemplo de lo anterior lo tenemos en los restos de Lancia bajo la León-Valladolid. Pero la idea del geógrafo británico no se reduce a lo ya existente. A veces surge la posibilidad de crear nuevos lugares, se da la oportunidad de dotar a una comunidad de su nuevo lugar, de ampliar sus horizontes, de desplegarse en el mapa, de dejar libre la imaginación. Quizás ahí esté la clave, en la imaginación, en las ideas. Y cuando no se tienen, ni se buscan, en vez de un lugar como los que yo envidio de tantas ciudades, acaba saliendo un mega Zara como el que hay en cualquier urbe del mundo, que junto a otras firmas comerciales ya se ha convertido en símbolo de lo global, en oposición a lo único. Puede que el avance de esta uniformidad sea lo que hace aumentar el ansía turística de destinos singulares.

Ahora hablamos de espacios, de volúmenes, de accidentes, de concentraciones… La técnica avanza y el idealismo se queda para los eslóganes comerciales. La próxima gran obra maestra tal vez comience «en una ‘flagship store’…».
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