Fernando Simón: "Tenemos que empezar a normalizar esta enfermedad"

AMPLIACIÓN | El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias celebra en León la "favorable" situación de España en vacunación y no prevé más "grandes olas"

Cristina Centeno
09/09/2021
 Actualizado a 09/09/2021
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«Tenemos que evolucionar con mucho cuidado pero la situación no tiene nada que ver con lo que veíamos antes, tenemos que empezar a normalizar esta enfermedad». El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, realizó estas declaraciones este jueves en León, donde acudió junto a otros colegas de profesión para participar en el congreso que celebra en la Universidad la Sociedad Española de Epidemiología. Antes de su intervención en la mesa redonda titulada ‘Evaluación y gestión de la pandemia de Covid-19. Lo que se esperaba y lo que pasó’, el epidemiólogo contestó a las preguntas de los medios defendiendo que España está «en una situación muy favorable» en cuanto a inmunidad por lo que considera «muy probable» que «no volvamos a tener grandes olas epidemiológicas». «Puede haber una sexta, séptima, octava o novena ola, pero no serán como las anteriores», aseguró confiando que la pandemia se muestre ahora en forma de brotes gracias a la gran cobertura vacunal que se está consiguiendo.

Simón reapareció entre científicos tras abandonar las ruedas de prensa diarias que ha protagonizado desde el inicio de la pandemia para trasladar los principales datos epidemiológicos, una decisión que valoró por la «suficientemente buena» evolución de la pandemia y ve como una «normalización» más de la situación. Ante la gran expectación mediática que causó su presencia en León, el epidemiólogo confió que «ojalá pueda estar fuera de los focos ya mucho tiempo y la gente pueda olvidarse poco a poco de las personas y se centre en la salud».

El director del CCAES compartió mesa con Pere Godoy, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública que ejerció de moderador, Bárbara Olivan Blázquez, profesora titular de Psicología y Sociología en la Universidad de Zaragoza e investigadora, Helena Legido Quigley, investigadora de salud pública, y Henrique Barros, del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Oporto. Durante su intervención, el mediático epidemiólogo español empezó analizando la situación de las diferentes olas en el país. «En España una de las cosas que aprendimos en la primera ola es que teníamos muy poca idea de lo que en realidad había», aseguró mostrando datos de los contagios contabilizados y los que después se estimó que había. Con el cambió del sistema estadístico, Simón considera que «aprendimos a contar mejor desde el 11 de mayo». «En la primera ola detectábamos muy poco, uno de cada diez casos, y a partir del 11 de mayo (de 2020) se llegó a entre el 70 y el 80 % de los casos», confirmó.

Por eso cree que durante la llegada de la pandemia a España los expertos «estábamos condenados a matar moscas a cañonazos». «Teníamos poca información sobre la gravedad de la enfermedad, la que venía de China no era comparable a la de los países de nuestro entorno, había dudas sobre la transmisión, sobre las pruebas...», detalló. Como resultado a esa falta de conocimiento llegó el estado de alarma, ya que «teníamos que hacer una acción drástica para que nuestro sistema sanitario no se fuera al garete», defendió. «Si hubiéramos tenido la información que teníamos después podríamos haber hecho medidas mucho más específicas», aseguró trasladando a los presentes cómo se sucedieron las diferentes olas en España y las medidas que se fueron tomando a nivel epidemiológico, como los estudios de seroprevalencia o la publicación de un documento de coordinación para medir la situación de los diferentes territorios, el conocido popularmente como ‘semáforocovid’, lo que permitió que «ya no matáramos moscas a cañonazos, porque las acciones iban dirigidas a donde había que hacerlas». Además, en comparación con otros países, el director del CCAES cree que la incidencia global ha sido «muy similar» a otros estados europeos, aunque «es difícil comparar los datos directamente».

Para concluir su conferencia, que puso el broche de oro a la mesa redonda, hizo hincapié en el impacto mediático que ha tenido la pandemia del Covid-19. Además, admitió que había «una tecnología muy potente que en Salud Pública todavía no habíamos incorporado» y manifestó que «un mundo global requiere de respuestas globales», para apostar por «ir juntos» en futuras crisis sanitarias, «porque todo el mundo va y viene a todas las partes constantemente sin que haya países delimitados por sus fronteras». En este sentido, habló de las «desigualdades» entre países.

También hizo una serie de propuestas para mejorar futuras respuestas a crisis sanitarias como la actual, entre ellas garantizar el stock del material necesario y la capacidad de producirlo, porque «no puede ser que los países más poderosos del mundo dependan de uno solo». También pidió más inversión en investigación, algo para lo que «tenemos que convencer a nuestros jefes» y «una agencia de salud pública con peso y sólida, que coordine las acciones en tiempos de crisis», una petición que comparte con la mayoría de sus colegas de profesión.
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