– ¿Cómo te has planteado tus dos exposiciones, la de Riello y la del Ret Marut?
– Desarrollé la exposición para un máximo de 14 a 16 fotografías pero tras varios descartes, estaba claro que no podían quedar fuera del proyecto algunos de los artistas que lo forman. Finalmente para las 24 fotografías que componen la serie necesitaba dos lugares con diferentes ambientes. Opté por dos locales. El siempre acogedor restaurante Villamor de Riello, en el que he expuesto anteriormente en varias ocasiones, para una foto más de «vivir el momento». Y por otro lado, la calidez del café bar Ret-Marut, donde los retratos se integran en el entorno como si fueran parte de la decoración habitual.
– Tus fotografías son retratos en directo sobre personas relacionadas con la música ¿Crees que en ellas se siente esa música?
– Sin lugar a dudas. Es más, me atrevería a decir que se vive. De todos modos, depende de cómo cada persona las mire, puede llevarle a sacar conclusiones bien diferentes.
– ¿La iluminación de tus retratos es la propia de los conciertos o buscas un punto de vista más agradecido y artístico? – En esta serie no busqué fotos bonitas o de gran calidad. Consideré que era el escenario perfecto para poder capturar gestos, miradas, momentos de distracción entre la grabación de temas.– ¿Qué visión crees que existe en las piezas que has seleccionado? ¿En qué sentido?– Hace tiempo que tenía en mente sacar este proyecto. La decisión final para presentarlo este año vino marcada por la terrible noticia del fallecimiento del extraordinario músico, Jorge Majo. Aquel fatídico día tuve claro que él sería la cabecera de ‘Aficiones compartidas’, título que da nombre a la exposición donde fusiono mis dos grandes pasatiempos, la música y la fotografía. En ella, figuran otras dos personas que ya no se encuentran entre nosotros y forman parte del público, Marisa Rubín y Enrique Iglesias. Por diferentes motivos, tuve cierta relación con ambas personas y me pareció un excelente momento para recordarlas. Sin duda alguna, este trabajo ha sido el más costoso de preparar por la gran carga emocional que engloba. 
– ¿Qué personas han colaborado y te han ayudado a llevar a cabo las exposiciones?– Considero que los propios músicos han colaborado con su expresión y la vida que dan a su imagen a la hora de cantar o tocar un instrumento. Además de ellos, debo agradecer su colaboración a José, de Foto Luque León. Mi mentor, sin sus consejos y enseñanzas nada sería igual. Desde 2014, forma parte del equipo para el asesoramiento y preparación de las fotografías. Carlos, de Cronis on Line. Diseñadores de páginas web y otras experiencias en la red. Pablo, de Ret-Marut, por la excelente acogida y desinteresada colaboración. Mar y Juan José, de Villamor, por el cariño siempre recibido, amabilidad y cercanía. Por acercar y difundir la cultura en el ámbito rural.
– ¿Tienes algún proyecto fotográfico para más adelante, teniendo en cuenta todo aquello que nos está tocando vivir?
– Si, tengo algo en mente desde hace algo más de 11 años y posiblemente a mediados de este año verá la luz. El arte, sea del tipo que sea, nunca debe parar. Nos debemos mentalizar que, con un poco de sentido común y respeto hacia los demás, todo es más fácil.
La exposición de Fernando Redondo estará en el Ret Marut hasta el 14 de enero y en Villamor hasta el 28 de enero. Tal vez se prorroguen algunas fechas. «Cabe la posibilidad, si terminamos en Ret Marut en la fecha acordada, llevar algunas fotos para Villamor y ampliar allí», concluye Redondo.