Tal vez el alma esté en una nube
de algodón de azúcar.
Me asomo a la era
y oteo el carrusel:
caballitos de madera lacada
y ojos deslumbrados;
el coche de bomberos
y su pasado centelleante;
el tren de la bruja
y su siniestro ajuar.
A mi lado,
bajo una luz
de sábanas blancas,
el talle de mi madre,
su vestido de flores rojas,
y mis zapatos de niño
ebrios de betún.
Felices fiestas
25/06/2022
Actualizado a
25/06/2022
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