Fallece el ex portero de la Cultural Luis Quijada de un infarto

El deporte leonés, y la afición culturalista sobre todo, sufrió en la tarde de este jueves un duro golpe al conocerse el fallecimiento de Luis Quijada, el que fuera portero de la Cultural y el Cultural Promesas, su único club desde que subiera de la categoría de juveniles, en la que jugó en el Puente castro, el club de su barrio y su pasión junto a la Cultural.

El deportista leonés, de tan solo 59 años de edad, se encontraba en las instalaciones del Puente Castro, club del que era delegado, concretamente de su equipo juvenil. En esa situación sufrió un infarto fulminante en el que nada se pudo hacer por salvar la vida del recordado ex jugador de la Cultural.

Esta larga vinculación con el fútbol, primero como jugador y después como delegado, propició que Quijada fuera uno de los hombres más conocidos del deporte leonés; todo ello unido al carácter abierto y afable de este deportista que desde su retirada le sacaba horas a su profesión de escayolista para dedicárselas al fútbol local. Y siguiendo a su hijo Luis, también futbolista, que jugó en aquella Hullera de Segunda B cuando era el primero equipo de la provincia.

Quijada estuvo un buen número de años en el filial y después subió a la Cultural, jugó 3 años en Segunda B Luis se inició en las categorías inferiores del Puente Castro, en el que destacó pronto y la Cultural lo incorporó a sus filas nada más acabar en la categoría juvenil; primero estuvo varios años en el Cultural Promesas dando después el salto al primer equipo, estando en la plantilla que saltó del viejo Antonio Amilivia al nuevo Reino. Jugó tres temporadas en Segunda B, del 81 al 83, coincidiendo en aquella etapa con jugadores como el portero Millán, López, Rivo, Gerardo, Primi, Casimiro o Celso, también fallecido, y en la última temporada con otro histórico portero de la Cultu, Isidro, que fichó después por el Sporting. Curiosamente coincidió Luis Fernández Quijada con dos grandes porteros pero, curiosamente, de características muy diferentes a las suyas. Mientras Millán e Isidro eran dos porteros de gran envergadura, muy altos, Quijada era de aquel modelo de porteros más bajos (1,75) pero de increíble agilidad y, en el caso del leonés, con una valentía a prueba de bomba, especialmente en las salidas, una de sus especialidades.

Era uno de esos porteros llamados ‘bajos’ pero de excelentes reflejos y, en su caso, de tremenda valentía En esta última temporada, la 83, tuvieron la mala suerte del descenso, en uno de los momentos complicados de la Cultural.

La noticia corrió por todos los círculos deportivos de la ciudad, en los que Quijada era tan conocido como apreciado.Tardarán en olvidarse de este portero, padre de centrocampista y excelente paisano: Quijada, el portero.