"Esto es un caos y surrealista, pero lo más duro es ver las noticias de España"

En el mes de agosto la leonesaÁngela Salvadores arrancaba una nueva aventura en uno de los clubes con más historia del mundo del baloncesto. Tras pasar por la Universidad de Duke en EEUU, por Avenida, Rivas y Lugo en España, y por el Sopron en Hungría, la escolta ponía rumbo a Italia para enrolarse en la mítica Virtus de Bolonia.

Un sueño cumplido que se ha terminado torciendo y no porque el conjunto italiano esté en la zona baja de la Serie A1, sino porque la crisis del coronavirus le ha dejado sola y atrapada en el país italiano, el que más está sufriendo hasta el momento en Europa las consecuencias de la pandemia, y desde donde visualiza con dolor cómo España, donde están sus seres queridos, se encamina al mismo punto.

«Esto es un caos, es algo surrealista todo y muy extraño. Ahora no hay nadie por la calle y está todo cerrado, sólo puedes salir de casa para ir al supermercado, a la farmacia o al médico, que tenemos un papel que es como un certificado para hacerlo», explica desde Bolonia la jugadora leonesa, que lleva ya casi un mes sin jugar (su último encuentro fue el 16 de febrero) pero para quien«esta es la primera semana en la que no entrenamos. El lunes o el martes todavía salí a correr por mi cuenta ya que aún no estaba prohibido, pero ahora ya tampoco».

«No hay nadie por la calle. Sólo puedes salir de casa, con un certificado, para acudir al supermercado o la farmacia» Muchas horas encerrada en casa, donde además vive sola, que aprovecha «sobre todo para estudiar, tanto de la carrera, que estoy haciendo magisterio, como italiano, pero también para ver alguna película y para intentar hacer algún entrenamiento en casa, de abdominales o algo, para sudar un poco».

¿Querría salir de España si pudiera? «Hasta ahora, como no puedo salir de Italia, no he pensado mucho qué haría, si iría o no. El martes hay una reunión de la liga y, si cancelan todo, miraría a ver si puedo irme o no, pero de momento nada, ya que el club me dice que si quiero me pudo marchar, pero si se reanuda la liga tengo que volver. Como tendría que hacer una cuarentena de 15 días para entrar en España y otros 15 luego de vuelta en Italia, siendo así es inasumible. Obviamente querría volver porque está mi familia allí, pero estoy esperando a ver qué es lo que sucede».

«Vivo sola así que paso el tiempo estudiando, tanto la carrera de magisterio como italiano, o viendo pelis» Y es que, estar lejos de sus seres queridos mientras las cosas van a peor en su tierra, es lo que que más le duele. «Estoy más preocupada yo que ellos, que están tranquilos. Lo más duro es ver las noticias de España, se me hace difícil, quizá también por estar sola, pero al final tengo a mis abuelos allí y pensar que si pasa algo estoy fuera y no podría ir se hace cuesta arriba».

Y es que ahora ya todo el mundo es consciente de la gravedad de la situación, pero hubo un momento en el que no era así. «El primer día que me asusté un poco, porque hasta entonces pensé que no era tan grave, fue cuando íbamos a jugar el 22 o 23 de febrero y el mismo día de hacerlo nos dijeron que se cancelaba por el virus. Después fue a más cuando, estando mi hermano aquí, fuimos a un supermercado a las nueve de la noche y el parking estaba lleno y todo a reventar. Y por último al suspenderse toda la liga, ya que al principio sólo se cancelaban los partidos con equipos de la zona del norte, pero ahí ya se cerraron los colegios y por ejemplo en nuestro equipo la base no entrenaba, sólo nosotras y el primer equipo de chicos».

«Tengo a mis abuelos y mi familia en España. Pensar que si pasa algo estoy fuera y no podría ir se hace duro» Desde entonces fue a más, por lo que con la experiencia que le da haber visto la progresión en primera persona, Salvadores espera que «se pongan medidas en España para intentar no llegar a la situación de Italia. Entiendo que es difícil controlar esta situación, pero pediría a la gente que hagan caso a lo que dicen los expertos, que si piden que no salgan de casa no lo hagan. A mí no me viene un médico a decir cómo jugar a basket, así que no le voy a decir yo a un médico cómo comportarnos».

«A mí no me viene un médico a decir cómo jugar a basket, no vayamos a decírselo a ellos y hagámosles caso» «A nadie le gusta encerrarse en casa, pero es lo que debes hacer. Si en esta situación y con esas recomendaciones quieres irte a un bar a tomar algo eres un irresponsable y un egoísta. Nadie te va a poner una pistola en la cabeza, pero debes concienciarte, si no lo haces por ti mismo hazlo por los que te rodean, para los que puede ser más grave», asegura Ángela.

Momentos difíciles, pero que no hacen que le de vuelta a ninguna de las decisiones tomadas. «No me arrepiento para nada de haber venido aquí, es algo que ni pienso. Es un placer jugar con esta camiseta y en este pabellón histórico, estoy encantada con el club y simplemente ha sido mala suerte», asegura la leonesa.