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Estamos a otra cosa

23/05/2021
 Actualizado a 23/05/2021
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Jueves, 7 de mayo último. «No quiero que haya adelanto electoral. Nosotros (los socialistas) nos dedicaremos a trabajar como hemos hecho siempre por los castellanos (eso, sin duda) y leoneses (estúpida ironía)». Luis Tudanca, secretario general del PSOE en Castilla y León, como respuesta al torticero rumor sobre un supuesto proceso comicial anticipado en la Comunidad. El hipotético pedido le quemaba. Y lo devolvía, sin desembalar, al fantasmal expendedor. El miedo es libre. Sin embargo, cuando la reciente moción de censura contra Mañueco, otros pájaros verderones revoloteaban sobre su cabeza. Ya se veía de presidente este burgalés asentado en el alfoz de León. El cuento de la lechera. A su presunto aliado, Ciudadanos, el ‘asalto’ se la bufó a última hora y el experimento se fue por el desagüe. Tudanca, al final, se quedó tan compuesto como huérfano. No hubo nupcias. Fin del romance.

Lunes, 17 de mayo siguiente. «…estamos a otra cosa», en contestación del mismo figura ante la posible oleada de mociones leonesistas, anunciadas por el procurador de la UPL en las Cortes regionales, Luis Mariano Santos. Tudanca, naturalmente, está a otra cosa. Claro que lo está. Está a seguir conservando el beneplácito de Ferraz, con Sánchez como padrino, para continuar siendo la foto de cartel a la presidencia de la Junta en 2023. Que ya se verá. Y, de igual forma y en paralelo, que a este personaje –y también al grueso dominante de la organización que le respalda– se la sopla lo concerniente a León y sus pésimas circunstancias, con la excepción del alcalde y camarada José Antonio Diez, quien, abandonado a su suerte, continúa luchando con lanza de justa y a lomos de un famélico Rocinante.

Y sin devanarse más la cabeza, baste decir que esta es la progresía representativa del territorio leonés en Valladolid. Ahora bien –y para que nada ni nadie quede en el tintero– los de la otra orilla, los del PP, tampoco andan escasos de pronunciamientos similares. También los alimentan a paladas. Pero sí, Tudanca está a otras cosas y no a analizar la sensibilidad que emana de miles de leoneses, hartos de soportar la ultrajante situación por la que atraviesan el territorio y sus gentes. Y, como colofón, más indignante es aún, que un ‘líder’, sin tacto alguno, se exprese con esa falta de consideración, incluso, para con aquellos que le entregaron un buen saco de votos hace un par de años. Una gran mayoría de ellos –que no se le olvide– luchan por León. Quieren a León, aunque a él le importe tres cojones sus sentimientos y anhelos.

De manera, que el alcalde Diez, su contestatario más próximo, vaya cavando trincheras. Las va a necesitar. Él y el grupo que le sigue siendo fiel. No queda otra.
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