Esperando el primer pasodoble del verano

El sector de la verbena, paralizado al menos hasta agosto por la pandemia, genera más de un millar de empleos en la provincia y supera los cinco millones de facturación anual

Alfonso Martínez / Víctor S. Vélez
31/05/2020
 Actualizado a 31/05/2020
El grupo Cañón, durante una de las actuaciones que protagonizaron durante la pasada temporada. | NURIA MUYO
El grupo Cañón, durante una de las actuaciones que protagonizaron durante la pasada temporada. | NURIA MUYO
A estas alturas del año, muchos pueblos de nuestra provincia han celebrado ya sus fiestas, aunque lo hayan tenido que hacer en confinamiento por la pandemia de coronavirus y sin las tradicionales verbenas que cada primavera y cada verano llenan de vida y color las plazas del medio rural. "Las fiestas de los pueblos ya no serán lo mismo, al menos hasta que haya vacuna", aseguraba hace escasas fechas el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. Y por eso el sector de la verbena quiere saber al menos a qué atenerse este verano después de que se esté produciendo una avalancha de cancelaciones de fiestas por parte de municipios y comisiones de fiestas.

Así lo explica Jesús, director general de Espectáculos Marcos Valbuena, quien dibuja un "panorama complicado" este año para un sector que supera en la provincia los mil puestos de trabajo y los cinco millones de euros de facturación en cada temporada. En primer lugar, el empresario explica que la actividad ha estado suspendida desde el pasado mes de marzo, cuando debían celebrarse las primeras fiestas. Se ha cancelado todo lo de julio e incluso algo de agosto. Además, algunos compañeros me dicen que ellos también están suspendiendo algunos espectáculos de septiembre", señala el representante de artistas.

Marcos explica que hay muchas orquestas que, al terminar la temporada en octubre, comienzan a renovar sus escenarios y piden créditos para mejorar su imagen e iluminación. "La salud es lo primero, porque si no tenemos salud no podremos trabajar tampoco el próximo año, pero hay gente que lo está pasando mal porque ha hecho inversiones en función de lo que facturan otros años sin tener ingresos", detalla este empresario leonés, que se ha dedicado toda la vida al mundo del espectáculo tanto encima del escenario como entre bambalinas. La dificultad que existe para que en una verbena puedan guardarse la distancia de seguridad es el principal problema al que se enfrenta el sector de las orquestas. Y ello genera incertidumbre para las empresas, pero también para los músicos que se suben cada noche al escenario.Héctor Viñuela es uno de ellos. Vocalista del grupo Cañón, este joven leonés considera también que lo peor de la situación por la que atraviesa el sector de la verbena es la "incertidumbre". "No sabemos si podremos salir al escenario ni de qué manera lo haríamos. Para todos los que van a divertirse a las fiestas, para el público, las orquestas es algo de lo que pueden prescindir un año. Pero la gente que vive de ello no puede prescindir con la actividad en la que se gana la vida", comenta el artista.Reconoce Viñuela que la empresa que tiene también una parte del problema, pero que los son el "eslabón más débil". "Es complicado trabajar en el gremio de los artistas. Y este año en el mejor de los casos vamos a hacer media temporada. Quizá agosto, septiembre y algo de octubre. Muchos pueblos ya han cancelado sus fiestas y es difícil que se echen atrás y otros no van a arriesgarse a hacerlas aunque a lo mejor pudieran más adelante", lamenta. Todo ello deriva en que el empresario va a ingresar menos y va a poder ofrecer menos a sus músicos. Muchos profesionales contaban con unos ingresos que no va a tener y a la mayoría ya se les ha terminado el paro, por lo que llevan dos meses sin recibir ni un euro en sus cuentas bancarias.Las ayudas, misión imposibleViñuela explica además que las condiciones para las ayudas especiales destinadas a los artistas no están diseñadas para los de las orquestas, sino para otro tipo de profesionales. "Piden condiciones que es muy difícil que se cumplan en el caso de las orquestas porque muchos llevan desde octubre sin trabajar", explica el vocalista del grupo Cañón.Lamenta además que el sector de los músicos y cantantes de orquesta nunca ha tenido "claramente definidos sus derechos laborales". "Tenemos entre mayo y octubre unos meses de total dedicación. Vivimos por y para la orquesta y la vida normal va de octubre a mayo. Y de repente nos hemos encontrado con una situación en la que nos habríamos podido defender mejor si nuestros derechos laborales hubiesen estado un poco más definidos. Nadie se imagina una huelga de músicos y cantantes de orquesta en León, porque hemos sido siempre un sector poco atrevido a la hora de pedir derechos que en otro tipo de actividades tienen muy claros", explica antes de reconocer que hay gente que ya se ha visto en la obligación de renunciar a la orquesta y buscarse otro trabajo fuera de la música.Desde el punto de vista artístico, Viñuela explica que desde el principio marcaron unas directrices de trabajo muy claras. "Depende mucho de la responsabilidad individual de cada uno y, si no se trabaja, cuando podamos salir, si es que podemos, estaremos en la casilla de salida. En todo caso, es difícil estar preparando un repertorio de canciones y coreografías para cuatro horas de espectáculo sin la motivación de saber si en algún momento valdrá para algo y podrá estrenarse sobre el escenario. Mentalmente es complicado", concluye.Uno de los pueblos en los que este verano iba a actuar el grupo Cañón es Puebla de Lillo. Carlos López es el presidente de la Comisión de Fiestas de esta localidad montañesa, que está formada por siete jóvenes que se desviven para que las actividades organizadas para honrar a la Virgen de las Nieves sean cada año un éxito. La suspensión decretada por la Junta Vecinal de la localidad el pasado mes de abril cayó como un jarro de agua fría para estos chavales, aunque ya se lo veían venir por la gravedad que iba adquiriendo la pandemia. "La verdad es que sentimos mucha tristeza, porque tenemos mucha ilusión en nuestras fiestas. No hay tiempo para el descanso y cuando acaban las de un año ya estamos pensando en cómo mejorar las del siguiente", comenta. Organizar unas fiestas de forma desinteresada y pensando solo en el bien del pueblo requiere mucho trabajo y dedicación y ahora se han tenido que cancelar contratos con orquestas y también otras actividades que no se van a poder desarrollar a principios de agosto en las calles de Puebla de Lillo. Sin embargo, nada ha podido con la ilusión de estos jóvenes, que se han puesto manos a la obra para que la localidad pueda celebrar sus fiestas a través de las nuevas tecnologías.

"Queremos que la mayoría de las actividades que teníamos previstas puedan estar presentes a través de vídeos o de las redes sociales. Talleres, obras de teatro, espectáculos de magia e incluso juegos para las peñas, que eran una de las grandes novedades como complemento a la concentración de charangas que iniciamos el año pasado. Queremos que se sepa que seguimos vivos, aunque no haya fiestas en nuestras calles", comenta Carlos.

Otra de las iniciativas 'online' para celebrar las fiestas de la Virgen de las Nieves en Puebla de Lillo será la edición de una revista electrónica. Habitualmente se edita en papel para dar a conocer el programa e insertar anuncios de todos aquellos negocios que colaboran económicamente con las fiestas. Este año, la Comisión de Fiestas quiere devolverles "de manera humilde" la ayuda que otros años reciben en unos momentos de enorme dificultad económica para muchos sectores.

"Publicaremos sin coste los anuncios en la revista digital y los iremos insertando también en los diferentes vídeos de las actividades que colguemos en las redes sociales. Siempre nos ayudan y ahora nosotros queremos estar a la altura en la medida de nuestras posibilidades", explica Carlos antes de invitar a todos los leoneses a sumarse a las actividades a través de internet para que el próximo año puedan ir a Puebla de Lillo y disfrutar de los espectaculares paisajes del municipio.

Pero las dudas sobre cómo será este verano son generales en todo el sector de la verbena. Otro testimonio de ello lo aporta Manuel Fuentes, que es la cara visible de la empresa de espectáculos 'Super M', que gestiona tanto discotecas móviles como tómbolas, atracciones e hinchables infantiles y todo tipo de actividades de animación. Después de una larga trayectoria profesional, se muestra pesimista de cara a la campaña de este verano y no da "ni un uno por ciento" de las que las fiestas de los pueblos se vayan a realizar. "Con las restricciones a los bares, lo de las fiestas va a ser imposible porque en ellas no se puede estar separados", afirma el empresario.

Del mismo modo, Manuel Fuentes critica que el Gobierno no se manifieste de ninguna forma sobre las fiestas patronales de los pueblos y reclama una legislación homogénea y justa para todo el país. "Ya han dicho cuándo podrán abrir las discotecas con un 30 por ciento del aforo, pero es que ese porcentaje en discotecas de Ibiza, como 'Ushuaïa' o 'Privilege', suponen 3.000 personas. En todo el verano, yo aquí no hago una fiesta con tanta gente, salvo la de 'Interpueblos' en Almanza. Además, las fiestas del verano las hacemos al aire libre y es menos peligroso que las macrodiscotecas", indica a continuación el responsable de 'Super M'.

Manuel Fuentes explica que la mayoría de las fiestas veraniegas de los pueblos leoneses cuentan con "entre 200 y 500 personas" y recuerda que "centenares" de familias de la provincia viven de ellas durante todo el resto del año. El coronavirus podría dejarlas durante año y medio sin ingresos. "Son 18 meses sin un céntimo, seis de este invierno, seis del parón de este verano y otros seis del próximo invierno. Eso sí, pagando autónomos como el primero", valora este empresario afectado por la situación.La pirotecniaOrquestas, discotecas, tómbolas, atracciones... La posible suspensión de las verbenas deja a las personas que están detrás de ellas en el dique seco, pero también a muchos otros negocios que dependen directamente de ellas. Uno de ellos es el de la pirotecnia, que está empezando a pasar factura de las primeras cancelaciones de fiestas patronales.José María García es el gerente de 'Pirofiesta León' y explica que, aunque se podrían seguir lanzando fuegos artificiales, nadie los contrata al no haber verbenas. "Estamos facturando el cero por ciento. No el cinco o el diez, cero. Todos los contratos para las fiestas de junio, como el Corpus o San Juan, ya han sido cancelados", expone el empresario.Desde el sector pirotécnico se mantienen ciertas esperanzas de salvar las fiestas de finales de agosto y septiembre, aunque empiezan a atisbar "un año en blanco". Junto a los ingresos, preocupa cómo mantener el empleo. "Tengo cinco trabajadores en el Erte que llevan con nosotros entre 15 y 20 años. Estoy preocupado sobre todo por ellos porque, más que empleados, son ya de la familia", explica finalmente José María García.
Archivado en
Lo más leído