En Villadangos 'cosechan' para una vejez digna

La Asociación Cirma trabaja en un proyecto que dé cobertura a las necesidades de los mayores con el objetivo futuro de instalar una ‘cohousing’

P. Ferrero
19/03/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Un ejemplo de viviendas colaborativas, en este caso estadounidense. | COHOUSING ASSOCIATION
Un ejemplo de viviendas colaborativas, en este caso estadounidense. | COHOUSING ASSOCIATION
Se les define comopersonas de la tercera edad, pero eso no quiere decir que sean ciudadanos de ‘tercera’. Cada vez son más los ancianos que luchan por una vejez digna en la que puedan disfrutar de los años ‘dorados’ de su vida sin ser una carga para las familias, sin tener que ingresar en una residencia que ponga punto y final a su autonomía. Y sobre todo, en la que puedan compartir con sus semejantes susinquietudes, que las tienen, y muchas, experiencias y aficiones que puedan tener en común.

Todo eso es posible y una realidad ya en algunos puntos de España y partes del extranjero, gracias a aquellos que no se rinden y buscan dignificar la vida humana; independientemente de la edad. Pero todavía quedan muchos pasos que dar.

Cirma abarca todas las fases de la vejez, empezando por la prevención, pasando por el envejecimiento activo y por último la dependencia La provincia leonesa se ha impregnado de esa concienciación; concretamente en la localidad paramesa de Villadangos. Allí, la Asociación Cirma ha desarrollado un proyecto que comprende la cobertura de las necesidades de los mayores, así como la puesta en marcha de iniciativas que contribuyan a mantener una vida activa y saludable durante todo el tiempo posible, en comunidad.

Han acuñado el término ‘cohousing’ (viviendas colaborativas) como referencia al proyecto que quieren desarrollar. Para ello han buscado información sobre otras propuestas que se mueven en esta línea y que ya se han puesto en marcha en algunos lugares de España, como la Ecoaldea de mujeres mayores de Mallorca; una forma de vida que fomenta la cooperación con la naturaleza, la autorrealización personal y la ayuda colectiva. Este modelo de convivencia social incluye espacios comunes, como huertas ecológicas, y pequeñas viviendas en las que las residentes pueden disfrutar de una independencia que, sin embargo, no se traduce en soledad, porque todos ellos estarán arropados por sus iguales. Como una gran familia.

Pero para Cirma, un proyecto de tal magnitud como es una cooperativa de estas características todavía es un sueño; eso sí, que esperan cumplir a largo plazo. De momento, la intención de esta asociación es empezar desde abajo, con actuaciones realizables que tengan una viabilidad económica pero que igualmente contribuyan a transformar mentalidades y sean, al mismo tiempo, un ‘pistoletazo’ de salida para este hermoso y necesario propósito que es ofrecer una mayor calidad de vida en su vejez a aquellos que todavía gozan de cierta independencia y sienten que todavía tienen cosas que dar, así como facilitar la labor de los familiares de los que ya no pueden valerse por sí mismos.

Para financiar su proyecto la asociación apuesta por un polígono social en el que las empresas aporten su RSC a su "entorno más cercano" Y con ello, Cirma no pretende sustituir a las residencias de mayores, «que hacen una labor importantísima; sino que es una alternativa para los que prefieren quedarse más tiempo en su casa», explica el presidente de la organización, Félix Delgado. Este psicopedagogo y profesor de adultos ha vivido de cerca esta problemática y es consciente de la «dureza de la situación y de que hay mucha gente que está igual»; por eso ha querido embarcarse en este proyecto que están elaborando con el único afán de poner en valor los sentimientos e intereses de este gran colectivo, que supone cerca de la quinta parte de la población española.

La Asociación pretende abarcar todas las fases de la vejez. En primer lugar se ocuparán de la prevención, con iniciativas que retrasen el envejecimiento cerebral, estímulos cognitivos, actividad física… Asimismo, se ocuparán de instalar iniciativas para un envejecimiento activo. Y en la última fase de la vejez, cuando la persona ya es completamente dependiente, tratarán de ayudar a las familias a sobrellevar esta complicada situación.

El punto de partida que propone Cirma a corto plazo es la puesta en marcha de una serie de congresos. Ponencias sobre asuntos que proporcionen a los ancianos cierta libertad para poder ser lo más independientes posibles el mayor tiempo que puedan. Introducir sistemas tecnológicos que favorezcan la seguridad y autonomía de los usuarios y otras actividades.

Polígono social

Pero para todo este proyecto, como para todo, es necesario contar con una importante financiación económica. Cirma ha estudiado las vías viables para ponerlo en marcha, y quieren hacerlo a través de un polígono social. «Todas las empresas del polígono tienen una responsabilidad social corporativa (RSC); una contribución destinada a mejorar aspectos de la sociedad. Lo que les pedimos a las empresas de Villadangos es que contribuyan con su entorno más cercano»; manifiesta Delgado. El proyecto de Cirma también pretende involucrar a las administraciones públicas. De momento, el presidente de la asociación señala que tanto con las empresas privadas con las que han contactado como con el Ayuntamiento y junta vecinal de Villadangos, hay buenas perspectivas; aunque aún no pueden adelantar nada concreto.

En un primer momento, la organización llevará a cabo esta iniciativa a pequeña escala, con una comunidad en Villadangos –allí las viviendas ya estarían instaladas y el Ayuntamiento ya promueve actividades e iniciativas enfocadas al envejecimiento activo– pero si funciona supondrá, previsiblemente, un cambio en la mentalidad de la sociedad.
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