En un lugar

14/11/2019
 Actualizado a 14/11/2019
Guardar
A muchos les gusta presumir de raíces y déjenme que les diga que si hay que presumir de Leonés aquí estoy yo. Mis raíces de muchas generaciones, pero si presumo aún más les digo que además soy maragato de pura cepa, algo que me gusta mucho y que se lleva con mucho orgullo. Tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres son los que me han dado esta gran herencia. Como muchos otros leoneses, mis padres tuvieron que salir a buscarse la vida y ese viaje de vida me llevo a la zona de Levante, del que tengo que decir mi segundas raíces, Valencia me proporcionó mucho, en esa ciudad era el leonés y en León era el valenciano, así que con cierto reproche, eso sí con mucho cariño, mi amiga Marlus siempre dice que poseo cierto desapego, a la que contesto que es la necesidad quien me fuerza a ir y venir a la ‘tierrina’. Ahora en Madrid sigo siendo el leonés, un título que llevo con ciertos aires de grandeza, el orgullo de la tierra, ya saben ustedes. Esta gran ciudad, mata y te despelleja poco a poco si no te das prisa en aprender, una gran plaza llena de leoneses, otros tantos al igual que quién suscribe estas palabras en búsqueda de un mejor porvenir. Ley de vida o la maldición del que tuvo la suerte de ser de León, así es, por los siglos de los siglos, porque si tenemos que depender de quienes nos gobiernan mal lo llevamos, parece que les vienen bien los grandes titulares sobre una provincia que sufre despoblación y fuga de cerebros, aunque esta es otra historia. En el barrio en el que resido actualmente hay muchos comercios, sí, hay muchos bares, si, pero mi preferido es el que se llama Astur-Leonés, regentado por uno de los nuestros, con una clientela un tanto envejecida, pero muy leonesa, un lugar para sentirme un poco más cerca de mis raíces. ¡Tiene cecina!, un detalle importante, ¿no creen ustedes? También déjenme que les diga que esta columna de opinión me hace sentir muy cerca de ustedes. La Nueva Crónica es un periódico muy leonés, una apuesta fuerte por la provincia de la que nadie conoce por estos lares del que me siento embajador cada vez que preguntan donde escribo. Así pues, vivo en un lugar donde la ‘chaquetina’ o los ‘minutines’ muy pocos entienden, quedándose perplejos cuando les hablo, estos son los detalles que un leonés llevará consigo por siempre y de los que no se desprenderá jamás, son mis señas de identidad a pesar que con cariño muchos me digan que soy un ‘paleto’, a lo que sonrío y contesto con gran agrado, con mucho orgullo «¿soy de León y usted?».
Lo más leído