"En Sandoval los oficios vibran"

Homo Faber remata esta semana los cursos de verano en el monasterio con formación en la "desconocida" técnica de la pintura al fresco que dejará verdaderas obras de arte

C. Centeno
30/08/2018
 Actualizado a 15/09/2019
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Las piedras de Santa María de Sandoval han recobrado durante esta semana el color. Desde el lunes, el monasterio acoge el último de los cursos organizados por Homo Faber durante este verano en el interior de este Bien de Interés Cultural. Técnicas restauratorias y oficios antiguos impartidos «en su sitio», porque «en Sandoval es donde estos oficios vibran».

En esta ocasión, alrededor de una decena de alumnos trabaja junto a Alfredo Álvarez Arranz en pintura al fresco, una técnica italiana «muy desconocida» en España y que en la actualidad está prácticamente en desuso porque da «mucho trabajo». Los que participan en el curso aprenderán «la técnica real y tradicional, sin alteraciones de nuevas tecnologías, ya que intentamos ser muy puristas en la enseñanza de la técnica para que luego cada uno la desarrolle como quiera y la adapte a su forma de trabajar», explica Álvarez Arranz. Estas pinturas eternas, realizadas del mismo modo que Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina, decoran ahora la bóveda y la cúpula que se realizaron en Sandoval durante uno de los anteriores cursos. Porque todos ellos se han ido complementando para dar como resultado lo que a partir de esta semana se podrá ver en el monasterio, aunque solo durante unos días «para que el pueblo lo vea porque hay pinturas impresionantes y va a ser la única vez que puedan conocer de cerca esta técnica», confesó Paco Azconegui, responsable de Homo Faber. Eso sí, el fruto de estos cursos será efímero ya que el monasterio tiene que quedar tal y como se lo encontraron cuando empezaron en el pasado mes de julio. Eso sí, intentarán que algunos trabajos, como el esgrafiado que simula los motivos geométricos y florales que aún se pueden ver en uno de los muros del monasterio.

A pesar de esta condición, los responsables de la organización de estos cursos agradecen al Ayuntamiento de Mansilla Mayor y a la Junta de Castilla y León la autorización para poder trabajar en este lugar, «porque es alucinante».

Alrededor de medio centenar de alumnos, junto a profesores y organizadores, han pasado por Sandoval durante este verano, un trajín poco común para los vecinos, que se han implicado también en el desarrollo de los programas. «El resultado está siendo una experiencia muy buena, ha venido gente a los cursos de otros puntos que están encantados con el entorno y se ha dado mucho valor al dinero público que invertimos aquí», asegura José Alberto Martínez, alcalde de Mansilla Mayor. Profesores, alumnos y vecinos se han convertido en una familia durante este verano y han dado a Sandoval «un valor añadido», ya que todo el que quisiera –aún está a tiempo de hacerlo hasta el viernes– puede visitar el monasterio y, a la vez, disfrutar de lo que allí se está haciendo en los cursos.

Desde el Ayuntamiento, además, seguirán trabajando en la puesta en valor de su monumento más preciado. En la actualidad, se afrontará la rehabilitación íntegra de ‘La Panera’, un edificio que se encuentra en el mismo recinto del monasterio y que «puede servir como punto de referencia para actuaciones culturales o centro de interpretación», explica el alcalde.
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