En memoria de un "símbolo de libertad"

León honra a Miguel Ángel Blanco 21 años después de ser secuestrado y asesinado por ETA

Alfonso Martínez
11/07/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Un momento del acto celebrado este miércoles. | ICAL
Un momento del acto celebrado este miércoles. | ICAL
«Para muchos, nada volvió a ser igual después de aquellos días de julio. Por eso se han convertido ya en parte de nuestra memoria colectiva como país». León rindió este miércoles homenaje a Miguel Ángel Blanco, el que fuera concejal del PP en Ermua, cuando se cumplen 21 años de su secuestro y posterior asesinato por parte de ETA.
El alcalde de León, Antonio Silván, se encargó de presidir un emotivo acto en el que José Cobo, en representación de los mayores de la ciudad, leyó un manifiesto: «Aquellos días nació una nueva conciencia a favor de las víctimas del terrorismo; todos nos veíamos reflejados en la mirada inocente de Miguel Ángel Blanco. Su secuestro y asesinato simboliza todo el horror de ETA y el hartazgo de una sociedad hasta entonces atenazada por tantos crímenes cometidos. Nació la exigencia de firmeza democrática y de unidad ante la barbarie», dijo.

El manifiesto considera que la figura del que fuera concejal del PP en Ermua se ha convertido en un «símbolo de libertad» y reclama además que se esclarecer los más de 300 crímenes sin resolver y responder al derecho a la Justicia de las víctimas. «Miguel Ángel Blanco no pudo escuchar la voz de toda una sociedad a favor de la libertad y contra el fanatismo y la dictadura del terror. Por eso es una obligación moral y política recordar lo que se vivió aquellos días de julio de 1997: el compromiso que adquirimos con la vida y la libertad ante los fanáticos de la identidad», leyó Cobo.

Por su parte, Silván señaló que «la sociedad tiene la obligación de recuperar la memoria histórica en reconocimiento a las víctimas del terrorismo representadas en Miguel Ángel Blanco». El alcalde abogó por «que nunca se den las condiciones de aquella barbarie que todavía tiene sus secuelas». «La sociedad tiene la obligación de no olvidar y nosotros de transmitir a nuestros hijos el sentimiento de apoyo a las víctimas del terrorismo y a sus familias», añadió Silván, reiterando en la necesidad de transmitir la realidad y conocimiento de aquella época para que no vuelvan a producirse aquellas situaciones.
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