Comenzaron a trabajar en la «mediación» en enero y ya en febrero empezaron a reunirse en el edificio municipal de Padre Isla. Aunque la idea inicial se remonta a hace cuatro años. Alfredo Escapa cuenta con la inestimable ayuda de Ángel Zotes, experto en danza contemporánea y junto al que dirige los talleres. Entre los participantes, jóvenes de entre 13 y 30 años con diferentes circunstancias personales. Uno de ellos es Sergio, que estudia Trabajo Social y realiza las prácticas en la Fundación JuanSoñador, donde conoció a Migui, el benjamín del grupo. «Dijeron que esta actividad le beneficiaría y soy su acompañante, aunque también me gusta y seguiré probablemente más allá de las prácticas», asegura. «La verdad que a mí me genera bastante energía venir aquí, paso el día muy cargada y me gusta bastante. Mi momento favorito es cuando debatimos, se respeta y no tienes miedo a ser cuestionado. Te olvidas del exterior porque te centras en esto», celebra también Cristhel antes de comenzar el calentamiento inicial de la tarde.
Durante las primeras sesiones, «lo que hemos estado haciendo es sacar mucho material, temáticas, formas de hacer... Nosotros ya habíamos hecho un trabajo previo pero al enfrentarlo con el grupo han surgido cosas nuevas, porque todo se alimenta de las experiencias personales y se crean cosas nuevas», cuenta Ángel Zotes. Entre las cuestiones propuestas por los participantes y que han sido objeto de debate, destacan el racismo y la xenofobia, cuestiones sobre la salud mental, la diversidad sexual o «el estudio del yoy la personalidad, que es uno de los temas que se trata desde la danza», explican. También cuestiones de actualidad como la guerra entran en el debate.
Superada esta fase y con «un gran saco de temas», durante las dos últimas sesiones han comenzado con el montaje escénico. Está previsto que haya un preestreno en junio y el estreno definitivo llegará aproximadamente en el mes de octubre, después de que se concluya un programa que no solo incluye creación artística, también lleva implícita una investigación y «la propia herramienta de trabajo sobre el conflicto a través del cuerpo», detalla Alfredo Escapa.
Contar con la financiación de la Fundación ‘la Caixa’ ha supuesto para el artista leonés «un alegrón» al ser la primera vez que se otorga en León de forma individual. También confía en que esta herramienta de canalización de emociones a través de la danza y el teatro que han creado en Espacio Vías pueda llegar a otros lugares del país.