En clave de Rock

Sara Johnson es la organista de la Orquesta Barroca de la Unión Europea (Eubo) y en agosto toca en Astorga

D.L.M.
20/07/2017
 Actualizado a 13/09/2019
Sara Jhonsohn es una apasionada sin límites de la música.
Sara Jhonsohn es una apasionada sin límites de la música.
Sara Johnson es la organista de la  Orquesta Barroca de la Unión Europea (Eubo). Se formó en el Conservatorio Profesional de Música de León y ahora tiene "la suerte" de contar con un pequeño contrato como acompañante en el Conservatorio Superior de Bremen. Ofrece conciertos de forma regular –el próximo será en el órgano de la Catedral de Astorga el 19 de agosto– y tienen en marcha varios proyectos como el dúo Cancrizans (traverso y clave), con el que tiene conciertos en Alemania y Holanda; el grupo ‘Barrock’n’Roll’ y, más recientemente, ‘Continuum XXI’, un grupo centrado en compaginar música antigua y contemporánea cuyo primer concierto tendrá lugar en septiembre en Zaragoza.

Afirma que con ocho años «me fascinó el sonido y la mecánica del clave en la presentación que hizo Nacho Rodríguez, quien pasaría a ser mi  primer profesor del instrumento». Ahí comenzó su carrera en la que ha topado con otro instrumento que le "apasiona": el órgano, "por la enorme cantidad de posibilidades tímbricas que ofrece". Una pasión que le ha causado problemas de tendinitis en ambos brazos por el sobreesfuerzo, que también le ha causado problemas de estrés. «La música puede llegar a ser dura tanto física como psicológicamente», explica. No obstante, recuerda su formación en el Conservatorio «como un centro que cuenta con gente comprometida más allá de las clases, organizando proyectos que dan a los alumnos opciones de tocar en público y de vivir la música de forma práctica. Aunque está pasando por momentos difíciles, espero que pueda mantener la calidad de su enseñanza».

Se reencarnaría en «algún músico ‘multitarea’ del Barroco, como Telemann: prolífico compositor, con talento para muchos instrumentos (era violinista, flautista, organista, oboísta...), aficionado a la botánica, viajó bastante durante su vida». El olfato sería la pérdida menos dolorosa para ella si tuviera que renunciar a un sentido y le gustaría hacer una ‘performance’ de Los Beatles en la terraza de algún rascacielos. Asegura que su clave también sirve a veces de mesa y en sus tiempos en Zaragoza, la funda del clave del conservatorio «resultaba bastante cómoda para echarse la siesta». Le gustaría reconvertir a clásica algún tema de Mago de Oz, aunque con con ‘Barrock’n Roll’ ha tocado arreglos de La Costa del Silencio y Fiesta Pagana. Se muestra convencida de que «los solos de Rock encajan sin problema con el sonido del clave».
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