El reto de seguir creciendo golpe a golpe

El astorgano Jorge Blanco tiene clara su pasión y su vocación, el tenis. Compite en Futures y actualmente ocupa el puesto 1.235 en ATP, su mejor marca en la élite de este deporte

Patricia Ferrero
15/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
El tenista astorgano Jorge Blanco, a las puertas del Consistorio de la localidad. | P. FERRERO
El tenista astorgano Jorge Blanco, a las puertas del Consistorio de la localidad. | P. FERRERO
Jorge Blanco Guadalupe lleva el deporte en la sangre. Desde muy pequeño tuvo contacto con el baloncesto y el fútbol en su tierra natal, Astorga, pero era el tenis su mayor pasión. Un reto «individual» que le ayudó, y lo sigue haciendo, a fomentar su autonomía, puesto que se define como una persona «muy independiente». A sus 20 años ya sabe lo que es vivir solo desde hace cuatro, y también sabe lo que es compaginar el trabajo con este deporte, y en competición. Pero lo hace con ganas y buena cara, porque «es lo que más me gusta. Me ha dado grandes experiencias y gracias a él he conocido a muchos deportistas, gente muy sana». También le ha permitido conocer lugares como Zimbabue, Turquía o Egipto, entre muchos otros, pero eso sí, «con mucho esfuerzo y sacrificio» para un deporte «muy mentalen el que hay que aprovechar cada bola, que es una oportunidad».

«Federer es la elegancia del tenis», aunque por estilo de juego Blanco mira hacia Verdasco «pero en diestro» Blanco creció admirando a Roger Federer, «la elegancia del tenis. Todo lo que hace lo hace como si fuera fácil», aunque en lo nacional mira hacia Verdasco «pero en diestro. Me gusta su estilo de juego, tiene muy buenos golpes». Los puntos fuertes de Blanco son el revés y el saque, pero es consciente de que «todo se puede mejorar siempre, y en eso estoy», a pesar de que este año entrena solo, sin el respaldo de la Federación de Madrid que sí tenía temporadas anteriores. De su generación también alaba el trabajo y el potencial de algunos jugadores como Bernabé Zapata, «que a pesar de no haber estado becado está pisando fuerte».

El tenista astorgano compite en Futures y actualmente es el número 1235 en ATP, su mejor marca en la élite de este deporte, pero eso no le ha garantizado un futuro profesional en el tenis. Y es que, en la categoría en la que está «solo vives de ello si lo ganas todo, y eso es imposible, porque siempre puedes tener un mal día o que venga otro que juegue mejor... El problema es que aquí no hay ‘sponsors’ ni ayudas que cubran gastos y tienes que pagártelo todo: viajes, dietas, entrenador... Lo único que puedes hacer es luchar para ver si llegas a un nivel que puedas entrar en cuadros finales, pero para alguien de aquí es más difícil porque no dispones de medios de ningún tipo». A esta situación se han sumado, además, varias lesiones en años anteriores, lo que le ha impedido viajarlas 20 o 30 semanas que acostumbran. Este año, por suerte, no tiene nada que le condicione ni le limite. En pretemporada entrena todos los días de dos a cuatro horas –principalmente en pista rápida–, y otras dos de gimnasio para mantenerse en forma, y hace giras de dos tres semanas para que le salga «rentable» el viaje, porque «si no consigues estar entre los 600 mejores no puedes mantenerte», relata el jugador.

«Lo pagas todo: entrenador, viajes, dietas... si no logras estar entre los 600 mejores no puedes mantenerte» En lo que respecta a la problemática actual de las apuestas deportivas, algo también presente en su categoría, Blanco señala que «si tanto se critica deberían quitarlas», aunque entiende que pueda haber quien lo haga para poder costearse los gastos de los torneos y «poder seguir jugando al tenis».

Y es que, para Blanco, más allá de la élite tenista que es ATP –WTA el equivalente femenino–, el tenis no se potencia lo que «se merece. En España solo hay dos jugadores becados ahora mismo en cada categoría. En Francia 200. Hay diferencia... Asegura que tan solo «bajando un poco el ‘prize money’ de los APT se haría mucho en las categorías inferiores», porque solo en desplazamientos, Blanco sostiene que de media se pueden dejar unos 1.500 euros, a lo que habría que sumar otros gastos. «Yo tengo suerte porque tengo un par de entrenadores que no me cobran y me ayudan mucho y un preparador físico que también me ayuda, pero es muy duro porque es un esfuerzo casi más grande el que se hace detrás que en la propia pista», manifiesta. No obstante, no olvida y agradece el apoyo que ha tenido y tiene de particulares, principalmente el de su familia –su padre Jesús es su gran baluarte– y colectivos que han apostado por su juego, como el Restaurante Serrano de Astorga. «Tener patrocinadores es algo vital para poder mantenerse», recalca el jugador.

Son algunas de las reflexiones y reivindicaciones que Blanco hace como tenista para potenciar este deporte en España, porque cree que no se apoya a los jóvenes «todo lo que se debería. Tenemos una base de jugadores que siempre han estado ahí, pero saldrán muchos más de otros países porque tienen más apoyos».

«Tenemos una buena base de jugadores, pero saldrán más de otros países  porque tienen más apoyos» Por su parte, Blanco seguirá golpeando con fuerza en este deporte con el objetivo de poder meterse entre los 750 de ATP, el nuevo corte. «Y si no, lucharé por tener el mejor ranking posible». De momento, el tenista sigue haciéndose un hueco en este deporte, y su última victoria ha sido reciente, en el Torneo de Cubillos del Sil, a principios de este mismo mes. Un torneo con buenas sensaciones que servirá de preparación para los próximos compromisos Challenger y Futures.

A Jorge Blanco de momento lo que le toca es seguir creciendo, sin límites pero sin techos. Su juventud, su espíritu de sacrificio y su juego le avalan, y su explosión está aún por llegar. Con 22 años ganaron su primer partido en el cuadro principal de un Torneo de ATP jugadores de la talla de Albert Ramos o Pablo Carreño y con 23 Roberto Bautista. Ahora es habitual verles en las rondas finales luchando por el título en competiciones importantes. Son espejos en el que mirarse, retos que marcarse, y paso a paso, quemando etapas, Jorge Blanco también quiere volar alto. El tiempo le dirá cuál es la altura que podrá alcanzar. Quién sabe, a lo mejor en no mucho tiempo Astorga puede ver a uno de sus paisanos levantando un título de ATP.
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