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El palo y la zanahoria

25/02/2021
 Actualizado a 25/02/2021
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Califica el alcalde de Valladolid la amenaza de moción de censura del PSOE de Castilla y León como una noticia ilusionante. Es un movimiento desesperado para recuperar la iniciativa política y vengarse de la traición de Ciudadanos que les impidió llegar al gobierno autonómico tras conseguir el hito histórico de ganar las elecciones 32 años después. Un jaque a Mañueco que parece tan estéril como aquella amarga victoria. Anunció el PSOE la moción en rueda de prensa (a la pregunta de un periodista que sonó pactada al llevar Ana Sánchez la respuesta por escrito) y enseguida el resto de grupos les negaron su apoyo por inoportuna. Incluso el destructivo Podemos de Pablo Fernández expresó que en mitad de la pandemia no es el momento de agitar la inestabilidad. Fíjense entonces donde se está situando la responsabilidad de este PSOE. En todo caso los de Tudanca necesitarían a toda la oposición y, al menos, un Ciudadanos quebrado públicamente que apeara al otro pedazo del Consejo de Gobierno. A día de hoy parece realmente improbable. Sin esos apoyos la moción socialista es una distracción como aquella de Vox en el Congreso que fue tan solo un brindis cara al sol para perder tiempo, esfuerzo y ganar dietas.

Para los progresistas realmente podría ser una noticia ilusionante. También para los simpatizantes del PSOE que vivieron aquella victoria interruptus. Sin embargo, alentar ilusiones que se hagan añicos como platos de Duralex puede tener el efecto contrario y acabar de ahogar en la desesperanza a su electorado. Puntualizó Ana Sánchez que la presunta moción se presentaría ahora, o en un mes o en ocho. O en próximas legislaturas, se podría añadir. Es decir, es una zanahoria atada a un palo. Recuerden aquella fábula del burro que tiraba del carro porque nunca llegaba a comerse la suculenta hortaliza. Mientras intentan alcanzarla dejarán de prestar atención a la deriva de un PSOE desnortado, atomizado y entregado al rencor.
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