julio-cayon-webb.jpg

El pacto y los pactantes

31/10/2021
 Actualizado a 31/10/2021
Guardar
A día de hoy, la Diputación continúa siendo la patata caliente que la UPL es incapaz de enfriar. Si no andan listos –que tampoco lo parece– les puede terminar abrasando la palma de las manos. Y es más, de seguir con la misma postura meliflua del no pero sí y dentro de seis meses hablaremos –fueron palabras de su reelegido secretario general, Luis Mariano Santos, en el mes de agosto último– se les volverá en contra. Como un bumerán. Les degradará el crédito. En estos momentos, el pacto de gobierno entre PSOE y UPL en el Palacio de los Guzmanes, supone una broma de mal gusto para muchos de cuantos confiaron en el partido leonesista y su retahíla reivindicativa. Vengan firmas y complacencias durante la rúbrica del documento en julio de 2019 –de la que participó, como testigo y garante, el fenecido Ábalos–, y transcurridos más de dos años del ambicioso acuerdo, poca cosa. Insuficiente. Pero el grueso de las exigencias –huele a ful–, a partir de febrero de 2022. ¿Hay margen suficiente? Parece una verbena dialéctica.

Y la primera, en la frente. El PSOE no apoyaría jamás una moción de la muchachada leonesista, que pusiera en peligro –es una manera de expresarlo– la actual autonomía de Castilla (y León). Lo dejaba clarito el presidente de la institución provincial, Eduardo Morán, hace poco más de dos meses. Ni moción, ni gaitas gallegas. Lo que les faltaba. Y en esa misma línea, el PP y Ciudadanos. Además, el polivalente y ‘viceamo’ primero de la entidad, Matías Llorente, señalaba, en junio anterior y en nombre de la cúpula ‘marianista’, que «el pacto está funcionando de puta madre». Textual. Y otra a mayores. Ese mismo día avanzó «que si UPL me dice que me tengo que ir, me iré…» Por jacarandoso que no quede. A él, que es más de izquierdas que el propio Morán, le van a mesar la barba los leonesistas. Menuda guasa. Hará lo que le plazca. Como siempre ha hecho.

Lo cierto y verdad, que diría el parroquiano de turno, es que lo más importante de los veinticuatro puntos recogidos en el pacto de gobierno no se ha cumplido. La despoblación –la madre del cordero– continúa avanzando sin que se le ponga remedio. Es un caos cada vez que se publican los datos estadísticos. No hay empleo, no hay futuro y los jóvenes se dan el piro en busca de oportunidades. La autovía A-60, la León-Valladolid, empantanada. La Ronda Noroeste, tan decisiva y necesaria para la ciudad, ahí sigue, más inmóvil que la estatua de Guzmán. Y así, el Polígono de Torneros, Feve, Ciudad del Mayor, Teatro Emperador… Un rosario de inobservancias, con pocas esperanzas de ser revertidas. No obstante, y como dijo Aznar en presencia de Bush –con ridículo acento tejano-“estamos trabajando en ello”. Qué chufla.
Lo más leído