El oro verde de la Ribera

Carrizo de la Ribera acoge en la calle Marqueses de Santa María de Carrizo una exposición fotográfica de la artista Alexandra Santocildes sobre el lúpulo

Vicente García
17/11/2020
 Actualizado a 17/11/2020
Miembros de la Asociación ‘la Trepa’ ante varias obras. | VICENTE GARCÍA
Miembros de la Asociación ‘la Trepa’ ante varias obras. | VICENTE GARCÍA
En estos momentos en los que los espacios cerrados son sospechosos de transmitir los virus, miramos con atención a aquellos espacios libres y abiertos en los que las exposiciones pueden parecer más seguras.

Y en esta empresa se ha embarcado la asociación cultural ‘la Trepa’ de Carrizo de la Ribera, quienes han programado una serie de exposiciones en la calle Marqueses de Santa María de Carrizo, de la localidad, recientemente peatonalizada, y la que el pasado y el presente mes estará colgada en su pared es la de Alexandra Santocildes dedicada a esa planta que riega económicamente las venas de esta localidad: el lúpulo que tanto ha significado para toda la comarca.

Una exposición de fotografías en blanco y negro donde de un modo agradable y hermoso va desgranando el quehacer de quienes se dedican al cultivo de esta planta, sus condiciones e ideas de la propia artista. Un ejemplo de ello es la fotografía que ilustra la exposición, en la que una planta de lúpulo trepa por el brazo y la mano de una mujer. Toda una alegoría al significado del cultivo y procesado de esta planta tan importante para la comarca.

La autora cuenta cómo nació y se desarrolló esta muestra: «La idea partió de varias fotos que yo tenía de la pela, que se las enseñé a la asociación la Trepa y les gustaron. Me dijeron que hiciera más y se llevaba a cabo la exposición. Coincidió que era septiembre, el mes de la pela y me puse a ello, hablando con personas del pueblo, me dejaron plasmar sus actividades y sus procesos de trabajo». La familia de Alexandra no ha trabajado con el lúpulo y siempre lo ha visto como algo cercano y desconocido, pero interesante, por lo que el tema debía abordarlo con mucho respeto, porque para esas personas representa la comida. Es un proceso muy artesanal que se pela a mano, se seca en secaderos y eso quería documentarlo y lo ha hecho, exponiendo las imágenes que contenían una mayor carga de belleza, descontextualizando un poco el lúpulo y presentando esas imágenes que además de documentar el proceso, son hermosas. Unas fotos que resultan diferentes de todo aquello que antes se había visto, y por eso dice: «Fotos documentando el proceso hay montonazo, yo buscaba descontextualizar el proceso y buscar imágenes más icónicas, más cerca de la publicidad. Era una forma de acercar mi experiencia con la fotografía al lúpulo, porque para mí es verlo desde fuera y desde el texto que escribí, como las fotografías están hechos con cariño, belleza y un poco de nostalgia, porque, al vivir fuera, me recuerda a mi infancia y a una época del año muy concreta y eso me trae vivencias de tiempos pasados», argumenta.

Las fotos están hechas en blanco y negro debido a esa nostalgia que la autora ha sentido hacia esta actividad tan importante para muchas personas y que ha traído riqueza a la zona.

Alexandra  tiene más proyectos para seguir mostrando sus fotografías en este mismo entorno. Concretamente prepara una exposición de danzantes, esta vez en color y desde un punto de vista más documental, pues los miembros de la Trepa han recuperado esta actividad y han planificado la mencionada exposición. Además, Alexandra expone sus imágenes en  la sala Conde Duque de Madrid y trabaja en proyectos audiovisuales para televisión.

La Trepa es una asociación cultural, que generalmente se encargan de las fiestas con un marcado carácter etnográfico. Este año las fiestas no han sido posibles y por ello se encargan de dar un poco de visibilidad a la cultura propia de la zona proporcionando un espacio para exponer a los artistas locales y a los que trabajan por el entorno. Según dice Maica Fernández, portavoz de la Asociación: «En esta exposición Alexandra ha fotografiado el alma de esta zona y la base de mucha de su economía, dejando su impronta y su modo de trabajar. Es una exposición con la que la gente se siente muy identificada».

En exposiciones anteriores se mostraron los antruejos y posteriormente se verán los danzantes como ejemplo de una actividad etnográfica que ha sido recuperada.

La Trepa es una asociación que organiza las actividades culturales que interesan en la comarca y agradecen tanto al Ayuntamiento como a la Junta Vecinal y al ILC su apoyo en los proyectos que genera.

Maica Fernández comenta: «Somos un grupo nutrido de personas con ganas de trabajar y que contamos con artistas que colaboran, a pesar de la pandemia intentaremos seguir haciendo exposiciones y otros proyectos. Entre ellos Roberto Marqués, el investigador y documentalista de todos los trabajos».

La exposición se mantendrá durante el mes de noviembre y es importante ver estas fotografías pues al aire libre no existen los problemas de contagios.
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