El Morredero, de la Covatilla berciana al Jety olvidado

El Ayuntamiento tiene clara la intención de desmantelarlo como estación de esquí y dejarlo como territorio de actividades

Mar Iglesias
23/01/2022
 Actualizado a 23/01/2022
Los tejados de chapa de los refugios han volado y han quedado por el suelo, sin consideración ni del viento ni de las administraciones. | M.I.
Los tejados de chapa de los refugios han volado y han quedado por el suelo, sin consideración ni del viento ni de las administraciones. | M.I.
Hace unos años que el gobierno de López Riesco en Ponferrada tejía un gran proyecto de nieve en El Morredero, la pequeña estación de esquí en territorio local. Llegaron a comparar aquel ingente proyecto con la Covatilla de la sierra de Béjar, una estación de esquí de calidad, de la que querían tomar ejemplo.

El proyecto que en aquel momento encabezaba la concejala Susana Téllez hablaba de poner en marcha 17,2 kilómetros esquiables en 23 pistas, con capacidad para acoger a 3.800 personas, pero con un mercado potencial de uso para cuatro millones de personas. Contaba con un presupuesto global de 33,5 millones de euros y se esperaba completar en ocho años, por lo que se habría inaugurado en 2019.Lejos de aquella pretensión, hoy el Morredero es un Jety olvidado, un hombre de las nieves que se deshace a solas en sus montañas en un olvido que se manifiesta en un deterioro notable.

El concejal de Medio Ambiente, Pedro Fernández, tiene claro el fin de la estación de esquí como tal «porque no reúne las condiciones de nieve»argumenta, y el inicio de un nuevo proyecto tras su desmantelamiento, relacionado con las actividades de montaña.

«Queremos hacer una evaluación de impacto ambiental sobre la retirada de aquellos elementos que están distorsionando y pueden ser elementos peligrosos, porque nuestra idea no pasa por esa estación de esquí, sí por una estación de montaña», dice Fernández.

El concejal asegura que recuperar los remontes no se contempla, pese a que el último se estrenara una década «no tiene ningún sentido», pero sí mantener actividades todo el año, como raquetas de nieve,talleres deeducación ambiental, actividades en bicicleta, senderismo.

Pero el olvido del Morredero prevé mantenerse este año, mientras se da tiempo a esa evaluación. La retirada de elementos será una actuación que aún no se contempla tal vez hasta 2023. Y mientras la madera de la terraza de lo que fue cafetería se pudre sin alertas, los remontes se convierten en lugares en los que colocar las botellas de los encuentros de montaña, los refugios se dejan morir a ventana abierta, con la llegada de los temporales invernales.

El Morredero no llega a su desmantelamiento, se muere por el camino con el olvido de las administraciones de lo que fue la tercera estación de esquí leonesa tras San Isidro y Leitariegos.
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