El Maragato de Boñar ya no volverá a su torre

El Ayuntamiento retira la figura original, que pasará al pórtico de la iglesia de San Pedro después de ser restaurada, y colocará una réplica más resistente

Alfredo Hurtado
14/02/2020
 Actualizado a 14/02/2020
Dos empleados retiran el Maragato de Boñar de la torre. | ALFREDO HURTADO
Dos empleados retiran el Maragato de Boñar de la torre. | ALFREDO HURTADO
Ha sido uno de los emblemas de Boñar durante 95 años, ha formado parte de la historia de la villa y ha sido vecino del también histórico Negrillón. Pero la vida también se acaba para el tronco de madera de peral que gracias a la magia de un carpintero artesano se convirtió en el popular Maragato, todo un símbolo de Boñar. Junto con el Negrillón y los Nicanores, siempre ha estado ligado a la historia de la villa.

Un día triste para Boñar, ya que sus vecinos no podrán ensalzar a través de la canción popular al Negrillón y a su Maragato, puesto que este último fue retirado este jueves de la torre para pasar a una mejor vida después de ser restaurado, puesto que se va a ubicar en una urna acristalada en el pórtico de la iglesia de San Pedro. El mal estado de conservación tras permanecer 95 anos soportando temperaturas extremas ha aconsejado al Ayuntamiento hacer una réplica, siendo el primer teniente de alcalde, Ceferino Gil, y el concejal del PP Borja Prieto los que han conseguido contar con el consenso legislativo. Dos empleados municipales se encargaron se desligar a esta mítica figura del campanario para comprobar su mal estado.El proyecto municipal recoge hacer uno nuevo de resina especial resistente a todo tipo de temperaturas y de ello se encargarán Ignacio Gutiérrez y Cristina Torinos de Valladolid, que ya restauraron el retablo de la ermita de San Roque y demostraron entonces que sin unos excelentes profesionales.

La historia cuenta que a principios del siglo XX llegó a Boñar Bernardo Crosa, un ingeniero experto en minas de talco. Al comprobar que la comarca formaba parte del Marquesado de Astorga, que ya había donado en el año 1861 el reloj que aún luce en la torre, donó una figura que aunara un mayor compromiso con su tierra maragata. Por eso encargó al carpintero local Desiderio Cañón la figura, que salió de un tronco de peral de la huerta de doña Tomasa, con una altura de 1,10 metros y unos 30 kilos de peso.Desde entonces son varios los dichos que corrieron durante décadas por la localidad acerca de éste emblemático maragato. «Maragato de la torre, yo te conocí peral, de las hijas de Desiderio, eres hermano carnal», dice uno de ellos. «Fue el hijo que más le costó hacer y el que menos guerra le dio», reza otro dicho atribuido a su creador.
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