El invierno decidirá si León riega en 2018

Las reservas aprobadas al final de campaña están en mínimos históricos

D.L. Mirantes
13/04/2017
 Actualizado a 19/09/2019
El embalse de Riaño está actualmente por encima del 50% de ocupación, pero al ser un embalse bienal, puede tener problemas para la próxima campaña. | MAURICIO PEÑA
El embalse de Riaño está actualmente por encima del 50% de ocupación, pero al ser un embalse bienal, puede tener problemas para la próxima campaña. | MAURICIO PEÑA
Mínimos históricos. Así de sencillo, en dos palabras, se puede resumir la ocupación que se espera en los principales embalses de la provincia al final de la campaña de riego de este 2017. La Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Duero acordó la semana pasada los volúmenes de agua que deberán quedar como reserva para el 30 de septiembre con 65 hectómetros cúbicos en el embalse de Riaño (664), 45 en el del Porma (318) y 15 hectómetros cúbicos en Los Barrios de Luna (308). Son mínimos históricos que exigen que las aportaciones en el próximo invierno sean muy generosos para poder tener alguna opción de regar en el 2018. El presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Porma, Matías Llorente, no esconde que si el próximo invierno vuelve a ser seco y cálido lasdisponibilidad de agua la próxima primavera podría ser nula. En el caso de Riaño, las condiciones propias del embalse y la gestión de los últimos años permitirá salvar el riego en unas 40.000 hectáreas de cultivos. Sin embargo, a 30 de septiembre, previsiblemente se encontrará a aproximadamente el 10% de su capacidad.

La situación es comprometida porque este embalse es bianual, recuerda Llorente, es decir, necesita dos campañas para llenarse. Los regantes del sistema que forman los embalses del Porma y de Riaño se encuentran ante un desafío en parte novedoso, puesto que hay que remontarse hasta el 2002 para encontrar valores de ocupación similares –todavía mayores que los que se esperan– al final de la campaña de riego. En aquel año en Riaño en el mes de octubre las reservas eran de 83 hectómetros cúbicos de agua, después de que enel año hídrico 2000/2001 la entrada rondará los 1.000 hectómetro cúbicos, pero la salida casi alcanzara los 1.200; en el 2001/2002 las aportaciones fueron de unos 400 hectómetros cúbicos, pero el desembalse rondó los 500, dejando un volumen final de 83,5 hectómetros cúbicos. El invierno fue bueno y en mayo del año siguiente el embalse registró con un volumen máximo de 619,5 hectómetros que garantizó el agua para el riego.

Nada garantiza que el invierno sea húmedo y con precipitaciones y ante un nuevo invierno seco el secano se podría adueñar de la provincia No obstante, nada garantiza que la situación se vuelva a repetir y ante un nuevo invierno seco el secano se podría adueña de la provincia el próximo año, con los consiguientes riesgos para los agricultores leoneses.

En el embalse de Los Barrios de Luna, que abastece a más de 30.000 hectáreas de regadío del Páramo ha estado en situaciones similares en fechas recientes sin que se hubiera suspendido el riego en las campañas siguientes. Además, una buena parte de los comuneros del Páramo han hecho esfuerzos por modernizar las estructuras de riego en los últimos años.

Las alarmas han saltado y Llorente no esconde que "el principal problema es que con la reserva que tenemos que dejar a 30 de septiembre para el año que viene si no viene un invierno excesivamente húmedo no tenemos ya nada que regar, ni nada que sembrar porque no vamos a tener agua para nada".

Más allá de las previsiones para el próximo año, el campo leonés se enfrenta ya a graves problemas. La altas temperaturas de estos días unidas a la falta de precipitaciones provocan favorecen la evaporación la humedad de las tierras y obligan a riegos tempranos para la nascencia de cultivos muy importantes en la provincia como la remolacha o el maíz. Por ello las previsiones de hasta cuatro riegos no se cumplirán, dejando a los agricultores la posibilidad de realizar dos riegos y medios, según Matías Llorente.

Ya se han empezado a regar trigos, colzas, forrajes, y "los ríos están dejando de hacer la pequeña aportación que hacían" Cabe recordar que ya se han empezado a regar trigos, colzas, forrajes, y "los ríos están dejando de hacer la pequeña aportación que hacían", lo fuerza a las comunidades a realizar desembalse.

En cuanto a la marcha de los cultivos, Llorente asegura que "el secano va muy mal, con muchas cebadas que están empezando a espigar y no tienen ni 10 centímetros de altura". En estas circunstancias, una parte de la producción se considera ya perdida por la evolución de los cultivos.

Por otra parte, en lo referente a forrajes, raigrass o alfafas "el corte va a quedar nulo" y si la situación meteorológica actual se prolonga en los próximos quince días se podrían echar a perder otra buena parte de los cereales leoneses. La sequía está haciendo mucho daño en el campo y mientras en las ciudades miran al cielo esperando que el agua no arruine las procesiones, los agricultores esperan que llegue la lluvia para que se arruinen los cultivos.
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