El invento de 'tomar la tensión' a la sidra

Raúl González, afincando en Millaró de la Tercia, inventa un escanciador basado en un tensiometro

Fulgencio Fernández
25/08/2016
 Actualizado a 17/09/2019
La alternativa al tensiómetro es una bomba de bicicleta. |  MAURICIO PEÑA
La alternativa al tensiómetro es una bomba de bicicleta. | MAURICIO PEÑA
Raúl González es inventor. Ycuriosamente uno de sus inventos más conocidos –el pericopalo–le llevó a una situación económica muy complicada; bueno, el invento no, un socio que debía comercializarlo y se convirtió en su pesadilla y en su ruina, pese a que el invento tuvo una excepcional acogida. El pericopalo es esa barra que el lector puede haber visto, y aún quedan muchas, en numerosos bares y que sirve para sujetar el periódico, para que no se lo lleven, para que no ser suelten las hojas y para volver a colocarlo en su sitio.

‘Huyendo’ de esta mala experiencia Raúl y su compañera Monste llegaron a la localidad leonesa de Millaró, donde tenían una casa familiar. Allí siguieron trabajando y evolucionando un invento que ya traía entre manos, el guxidrín, un invento que permite escanciar la sidra sin tirar ni una gota y bien golpeada. Y en el que el secreto está en la utilización de un tensiómetro (aparato para medir la tensión) que hace el papel de bomba para expulsar la sidra por unos tubos que lleva el aparato. Un par de golpes del tensiómetro saca la cantidad habitual para ‘un culín’ de sidra.

Se introduce el tubo en la botella, se da al tensiómetro y con un par de golpes de mano ya tenemos el culete escanciado, y ni mancha, ni salpica, ni bate demasiado la sidra...Con este invento acudieron Raúl y Montse a la XXV edición de la Fiesta de la Sidra Natural de Gijón, y en ella se llevaron uno de los premios más buscados, el del producto más novedoso de la feria. González –que antes fue minero oalbañil pero siempre con inquietudes artesanales– manifestaba que no le pilló de sorpresa el galardón pues son muchas las bondades que adornan a su Guxidrín: "Se introduce el tubo en la botella, se da al tensiómetro y con un par de golpes de mano ya tenemos el culete escanciado, y ni mancha, ni salpica, ni bate demasiado la sidra, ni ocupa espacio, ni hay que estar pendiente de baterías, ni cables...". Otra alternativa a este sistema, con igual resultado pero con distinta ‘propulsión’, es utilizar una bomba de bicicleta en vez del citado tensiómetro. "El sistema es el mismo".

El invento se completa con un pequeño aparato para "posar el vaso con la inclinación justa y un enfriador en el que se coloca la botella para que no se caliente la sidra mientras la vas bebiendo".

También comercializa un pequeño corcho que permite tirar la sidra controlando mucho más la cantidad con dos agujeros de diferente tamaño.

— La verdad es que los días en Millaró dan para mucho, para darle vueltas a la cabeza, si no te congela el frío...
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