El incansable cazador de roedores

Al ratonero común es muy frecuente verlo posado en los postes de teléfonos al lado de las carreteras

Javier Valladares
26/07/2016
 Actualizado a 19/09/2019
De un tamaño medio, esta pequeña rapaz de alas fuertes y redondeadas tiene medio metro de altura y una envergadura alar de 1,40 metros. | JAVIER VALLADARES
De un tamaño medio, esta pequeña rapaz de alas fuertes y redondeadas tiene medio metro de altura y una envergadura alar de 1,40 metros. | JAVIER VALLADARES
El ratonero común o buteo, recientemente rebautizado como busardo ratonero, es quizás el ave rapaz más conocida, y también una de las más comunes.

La frecuencia con la que usa postes de teléfono, farolas o señales de tráfico, hace que sea bastante habitual verlo desde los automóviles mientras viajamos por carreteras, o autovías.

Incansable cazador de ratones, topillos y musarañas, pasa la mayor parte del día posado al acecho de sus presas. En esta época estival lo tiene mucho más fácil, ya que las praderas recién segadas, les facilitan la labor de localizar a esos pequeños roedores. Así, en un pequeño trayecto en coche, podemos ver unos cuantos ejemplares diferentes, posados ahora en esas enormes balas de paja que tanto parece gustarles. Parece ser que el adelanto de las labores agrícolas, sobre todo de la siega de unos años a esta parte, les ha beneficiado y puede ser la razón de su aumento.

Pero el ratonero también caza desde el aire, y planea durante mucho tiempo su territorio, lanzándose en picado a por sus presas. En época de ausencia de roedores, amplía su dieta a insectos, pequeños reptiles, batracios y algún ave pequeña. También depreda sobre gazapos de conejo, sobre todo afectados de alguna enfermedad que merma su capacidad de huida.

De un tamaño medio, esta pequeña rapaz de alas fuertes y redondeadas tiene medio metro de altura, y una envergadura alar de 1,40 metros.

De un color pardo, aunque muy variable, como puede verse en las fotografías que acompañan a este reportaje, y una parte inferior así como un pecho moteado, pasa bastante desapercibido cuando está inmóvil.

Los ejemplares juveniles, mucho más claros que los adultos, son bastante beligerantes con otros individuos, incluso sus progenitores.

Hay estudios que sitúan la vista de los ratoneros como la más aguda de entre las aves rapaces, pudiendo ver sus presas desde una altura de más de cien metros. En otras ocasiones el más leve movimiento de la hierba seca, le pone sobre aviso, y fija la vista sobre el lugar hasta que descubre quien ha sido el culpable de ese movimiento y lanza su ataque.

Esa pequeña rapaz tiene todas las características de las águilas, y muchos la consideran como la más pequeña de las águilas de la península.
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