El humo y los cartagineses

Un buen paisano, militar de alta graduación en tiempo de chusqueros, tenía una frase para levantar la moral de la tropa ante las sucesivas derrotas, una tras otra: «La insistencia en los reveses dio la victoria a los cartagineses».

¡Cuánto me acuerdo del buen paisano!, fallecido joven, cada vez que leo los periódicos. Creo que reveses ya llevamos los suficientes desde aquellos tiempos de bromas en los que un paisano con nombre de emperador o algo así, Frank Wilbourne III, colocó la primera piedra de Biomédica y todos los que tenían un huerto en Oteruelo veían volar billetes de cinco mil (aún eran los tiempos de la peseta) pensando en cómo se iba a multiplicar el valor del terreno. Pero era todo humo.

Después vino la minería, el fiasco con leche, la escuela de pilotos sin pilotos ni escuela, la escuela de maquinistas de Renfe, la feria internacional del libro infantil y juvenil... y no sigo que el espacio es muy limitado en este rincón y cada uno tenéis un proyecto de grandes sueño que se sustanció definitivamente en humo. Lo entendéis aún mejor si os cuento que este humo que aquí recupera el bueno de Mauri es de otra reivindicación llega de fracasos: León solo.

No se cuántos fueron los reveses que aguantaron los cartagineses, pero me temo que los leoneses andaremos más o menos por ahí. O más.