El Esla se desmadra: "Imponía ver el agua con tanta fuerza por las calles del pueblo"

El río Esla aguas abajo ha seguido causando estragos en muchos de los pueblos por los que pasa como en Cimanes donde, una vez más, anegó sus calles

T.G.
22/12/2019
 Actualizado a 22/12/2019
Un vecino de Cimanes de la Vega recoge con una horca los restos que el río dejó en la noche del viernes. | T.G.
Un vecino de Cimanes de la Vega recoge con una horca los restos que el río dejó en la noche del viernes. | T.G.
Las fuertes rachas de viento ponían este sábado los efectos especiales al agua del río Esla mientras este discurría aún por las calles de Cimanes de la Vega. Pequeñas olas surcaban una riada que ya había ido mermando y que había vivido su punto álgido en la noche del viernes al sábado. «No dormimos nada», cuenta uno de los vecinos que con su tractor y junto a más paisanos se dedicaron a montar improvisados diques de tierra allí por donde veían venir el peligro. La noche dejó una resaca de la que quedaron de testigos las malezas que arrastró el río, un pabellón municipal aún repleto de agua, calles todavía anegadas, vecinos incomunicados y pequeñas tapias levantadas en las puertas de las casas por el miedo a que entrase el agua. «Imponía ver el agua con tanta fuerza por las calles del pueblo», reconoce un vecino que asegura que «nunca antes se vio algo así».

El río Esla ya había entrada a comienzos de semana a Cimanes pero no en la medida en la que lo hizo en la madrugada del sábado y es que el caudal del viejo Astur primero causó estragos en el norte de la provincia y aguas abajo fue mostrando su bravura conforme iba transcurriendo. La estación de aforo de la CHD en Benamariel seguía este sábado registrando niveles de alarma en el caudal del Esla pero en menor medida a las cifras del viernes. Esos datos se tradujeron en la reapertura de varias carreteras en la zona y en una merma considerable del agua que aún mantiene sumergido al Polideportivo de Valencia de Don Juan. Pero aguas abajo, los ríos de León siguieron provocando estragos como fue el caso del Cea, que a su paso por Sahagún y Valderas también estuvo en niveles de alarma provocando que en la primera localidad el Ayuntamiento emitiese un bando recomendando a la población que bebiese agua embotellada. En Gordoncillo el desbordamiento del Cea provocó que un hombre tuviera que ser rescatado en helicóptero de su vivienda, rodeada por más de un metro de agua. También sufrió cortes la carretera que une Villaquejida con Valderas, anegada en varios tramos por las crecidas de unos ríos de los que aún no han vuelto las aguas a su cauce. Y es que León se despidió del persistente temporal ‘Elsa’ y recibió este sábado a ‘Fabien’, un frente que con menos precipitaciones ha hecho de las suyas con el viento derribando numerosos árboles en toda la provincia.

La Robla recupera la calma

En el norte de la provincia van recuperando la calma y hasta allí se trasladó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien visitó La Robla para conocer de primera mano las tareas de recuperación de la normalidad en este municipio en el que las intensas precipitaciones se agravaron por el agua procedente de la mina, que provocó una lámina de agua con restos de carbón en sus calles.
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