El dueño de El Capricho será juzgado por falsedad, estafa y delito contra la salud pública

El procedimiento está a expensas de que se señale fecha de juicio

I. Herrera
16/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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El propietario del afamado restaurante El Capricho, de Jiménez de Jamuz, José Gordón, tendrá que sentarse en el banquillo como acusado de los delitos de falsedad en documento mercantil, estafa y un delito contra la salud pública como colofón a una causa que tiene su origen en una inspección realizada por el Seprona de la Guardia Civil en diciembre del año 2012 en el marco de la operación Opson II de lucha contra la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio o distribución ilegal de productos alimenticios.

El Juzgado de Instrucción número 5 de León, encargado de la investigación, ha dictado ya auto de apertura de juicio oral (al que ha tenido acceso este periódico) declarando al juzgado de lo Penal como órgano competente y tras sostener que no procede en esta causa el sobreseimiento, al entender que existen indicios delictivos que podrían suponer varios años de prisión, pues la estafa está penada con hasta tres años de cárcel en su tipo básico pudiendo elevarse por la falsedad en documento mercantil, y los delitos contra la salud pública contemplan penas de hasta seis años en los casos en los que se ofrezcan al mercado en el mercado productos alimentarios con omisión o alteración de los requisitos establecidos en las leyes o reglamentos sobre caducidad o composición.

Fruto de la inspección rutinaria de la Guardia Civil quedaron inmovilizados 2.800 kilos de carne de la empresa Cecinas y Carnes de Buey El Capricho SL por sospecha razonable de riesgo para la salud pública. 1.800 kilos –80 cajas de carnes rojas– fueron intervenidos en las instalaciones de un empresa de almacenamiento y transporte de alimentos por carecer de número de registro sanitario de la empresa que realizó el tratamiento de congelación, por no tener la marca de salubridad, por ausencia de la fecha de caducidad o consumo preferente o incluso por estar ya caducada.

Los otros 1.000 kilos de carne roja de buey y de vaca se inmovilizan en la posterior inspección a la bodega El Capricho, en Jiménez de Jamuz, donde, según consta en las resoluciones de la Consejería de Sanidad de las que ya se hizo eco este periódico en una información publicada en abril de 2017, se comprobó que había una cámara de congelación y no de refrigeración con numerosas cajas de carne congelada con las mismas deficiencias que la anterior.

De los hechos expuestos se derivó una multa de 15.000 euros (ya abonada) por infracción administrativa grave, pero además, se iniciaba un procedimiento por vía penal contra José Gordón, que finalmente será juzgado en la fecha que, próximamente, se señale para el juicio.
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