09/11/2018
 Actualizado a 15/09/2019
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Estuvo al borde del KO, se levantó del suelo para arrinconar a su rival pero el combate se volvió a abrir y en los próximos dos asaltos podrá encarrilar su triunfo a los puntos o quedarse de nuevo con la rodilla hincada en la lona.

Haciendo un símil con el boxeo, esa podría ser la actual situación de Víctor Cea en el banquillo de la Cultural, donde en las últimas semanas ha conseguido ganar adeptos no sólo entre la afición, sino lo que es más importante en el propio vestuario, si bien pese a eso y al hecho de estar en puestos de ‘playoff’ de ascenso dos malos resultados frente a Fuenlabrada y Ponferradina pueden volver a dejarle con pie y medio fuera del club.

Una situación sorprendente, más desde fuera que desde dentro, propia de la exigencia que el reciente ascenso y la tremenda inversión en plantilla provocan. Sólo vale el primer puesto y, por si fuera poco, el que el gran rival sea quien lo ocupa hace que la paciencia sea menor que si la tabla fuera igual pero intercambiando a, pongamos el Castilla, por la Ponferradina.

Aún así, la mejoría es evidente. Se partía desde abajo, eso es cierto, pero el equipo ha ido a más. Desde la solidez defensiva y el potencial a balón parado,se ha ido creciendo. Paso a paso, con los resultados avalando sus ideas, con el núcleo de confianza que Cea se trajo de la mano siendo clave y muchos jugadores que parecían dudar creyendo cada vez más en el proyecto del técnico.

En cualquier caso, queda mucho por crecer. Gente por recuperar, aunque tiene mala pinta el caso de un Yeray que quizá ahora mismo no esté para jugar pero al que yo querría siempre en mi equipo pensando en el tramo de final de temporada y el ‘playoff’. Y piezas por sumar, porque no puedes ‘vender’ que tienes una plantilla muy amplia con varios suplentes que serían titulares en muchos de los mejores clubes de la categorías, y acabar repitiendo nueve titulares en una de las contadas ocasiones de la temporada en las que jugabas dos partidos de gran intensidad en la misma semana.

Es una carrera de fondo. Pero no te puedes descolgar. A la imagen la deben acompañar como los resultados. Y estos deben llegar también contra los ‘cocos’.
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