Concluye la cuarta parte del proyecto de Excavaciones arqueológicas del antiguo cementerio del Carmen que lleva adelante Sputnik Labrego y Tempos Arqueólogos en Ponferrada. En los trabajos ya realizados, desde 2023, intentando localizar víctimas de la Guerra Civil y la dictadura en esta zona "se ha alcanzado el objetivo", dijo el alcalde de Ponferrada, Marco Morala. Entre 2023 y 2024 se han desarrollado nueve semanas de trabajo capitaneados por Tania Real y más de 15 personas que han trabajado en estos desenterramientos financiados por la FEMP con dos anualidades de 22.400 euros cada una y dos partidas de 18.000 y 8.000 euros por parte del Ayuntamiento de Ponferrada, que también puso las máquinas y manutención.
Morala mantiene el compromiso de seguir estos trabajos con ayuda de la FEMP para crear un banco de datos genéticos en el que figure el perfil de familiares y víctimas. "Se realizarán los contrastes necesarios para identificar al máximo de víctimas posibles", apunta. El banco supondrá un coste de unos 13.000 euros, según el arqueólogo Alejandro Rodríguez, encargado del equipo de los trabajos. Cada cotejo cuesta unos 800 euros. Asegura Morala que estas excavaciones "nos hacen mejores como sociedad".
Rodríguez habló de ésta como la última campaña arqueológica que comenzó en septiembre del año pasado. Se han localizado 98 sepulturas y se han abierto 36. Se han exhumado 21 individuos "y creemos que 10 se corresponden con víctimas de la represión y de la dictadura". Las evidencias en cuanto a las causas de la muerte son las que han determinado estas cifras, también las posiciones de los cuerpos. Ahora se debe dejar el espacio como se lo encontraron primeramente y continuarán con los análisis antropológicos de los individuos. Y, de cara a 2025, acabarán ese banco del que hablaba Morala para dar los resultados a los juzgados. Queda trabajar sobre esos restos, contrastarlos con la documentación y pasar al contraste genético "tenemos sospechas sobre quiénes son pero es pronto para saberlo", dice.
Rodríguez considera que debería haber cuatro copias de ese banco, "una para nosotros, otra para Tempos Arqueólogos, otra para el Ayuntamiento y otra para la Secretaría de Estado de Memoria Democrática.
Considera que este proyecto pretende "cerrar" las dudas de este espacio "y dar respuesta a las familias que seguían reclamando a sus asesinados". Da por cumplidos esos objetivos y el siguiente paso será ese banco de datos genéticos, para que las familias puedan localizar a sus seres queridos.
Reconoce que han tenido mucha complejidad técnica "primero para conseguir orientarnos, porque es un espacio que ha sufrido muchas alteraciones". No había mapas generales, pero pudieron por fin comprenderlo. Se partía de una búsqueda de 29 personas dentro de la zona VI de "caridad". Han concluIdo que en una de las ampliaciones de los años 50, el muro que separaba la zona civil y la católica desaparece y se levantan los cuerpos de la zona de caridad para reaprovechar ese espacio para seguir los enterramientos.
El cementerio siguió creciendo hasta el año 1965. Dentro de la zona VI encontraron cuatro víctimas, dos en reducción, y las otras 6 en el antiguo espacio civil. Aplaude que se haya podido dar respuesta a las dudas sobre este cementerio con la implicación del Ayuntamiento.
El cementerio será un espacio de memoria consensuado
Una vez liberado el cementerio del Carmen y concluIdo el banco genético, Morala asegura que se debe seguir trabajando en exhumaciones de los que se enterraron "inhumanamente, en lugares indignos".
Estaba previsto ubicar en la zona del cementerio el centro de salud futuro Ponferrada I, que finalmente se construirá extramuros. En cuanto tengan el desarrollo urbanístico, que podría incluirse en el próximo pleno, se presentará a la Junta y se espera "transformar en un espacio de respeto", escuchando a la Corporación. "No se va a edificar" allí, reconoce. Considera que hay que tener un recuerdo "en clave de reconocimiento" para esas personas que estaban enterradas en campo santo "pero el consenso estará imperante", apuntó.