El Bierzo recupera las ‘Vacaciones en Paz’ con ocho niños saharauis

La Asociación de Amigos Saharauis del Bierzo recupera este año el programa Vacaciones en Paz con el que podrán acoger en familias bercianas este verano a ocho niños procedentes de los campamentos de refugiados de Sahara Occidental, después de dos años de suspensión de la iniciativa a causa de la pandemia.

Según explica la presidenta del colectivo, Nieves Álvarez, después estos dos años en los que la situación impidió la acogida estival de los pequeños, la iniciativa se pone de nuevo en marcha, aunque haya tenido que ser esta vez con menos niños.

Y es que han sido varios los factores vinculados a la actualidad internacional que ha impedido que sea mayor el número de pequeños saharauis que vengan a pasar dos meses de verano al Bierzo. Por un lado, varias familias que habitualmente participaban en las acogidas de Vacaciones en Paz, se han prestado también a la acogida de refugiados ucranianos.

Por otro lado, la crisis diplomática España-Argelia-Marruecos desatada por el cambio de la postura histórica del Gobierno españolsobre a independencia de Sahara Occidental, que ha supuesto que las asociaciones hayan preferido por asegurar unas pocas familias para otros tantos niños, en lugar de expandir más el programa ante posibles inseguridades. No obstante, Nieves Álvarez explica que Vacaciones en Paz estaba ya en marcha antes de que se tensaran las relaciones entre países y los delegados del Frente Polisario, al frente del gobierno saharaui, han trasladado que se mantiene y sigue adelante.

Nieves Álvarez se ha mostrado muy feliz de que el programa pueda retomarse. No obstante, asegura que en los dos pasados años, «aunque no hayamos podido traer a los niños, sí les hemos ayudado con envíos de alimentos y medicamentos en varios lotes en el año en los campamentos de Tindouf», con la colaboración del Ayuntamiento de Ponferrada. Desde el Bierzo estaban muy pendientes también de cómo la pandemia podía afectar a los niños en los campamentos. «Al principio no afectó mucho el covid porque no podía salir y entrar nadie, pero luego sí hubo covid, hubo muertos, hay que tener en cuenta que allí los hospitales tienen muy escasos recursos. Cuando hablábamos con los niños les decíamos que tuvieran cuidado en el contacto con la gente y ellos nos decían que no les dejaban salir de las jaimas, tuvieron también su confinamiento y aislamiento».

Superado lo peor de la pandemia, ahora, tres familias nuevas en el Bierzo se incorporan a las acogidas y otras cinco familias repiten experiencia de años anteriores. La propia presidenta del colectivo recuerda que en su caso, su familia desde hace 25 años participando en el programa Vacaciones en Paz y seguirá haciéndolo mientras pueda. «Es algo que engancha, es una experiencia que yo empecé por un anuncio de la radio, lo comenté en casa y a mi familia le pareció bien»y desde entonces ha repetido cada verano.

Los niños vendrán «a finales de junio o principios de julio y estarán dos meses, como siempre». Un tiempo y un espacio diferente que les hace alejarse de las duras condiciones del verano en los campamentos de refugiados.