El albergue de Ponferrada reabre a los peregrinos con un 25% de aforo máximo

No habrá cocina, sólo se hospedará una persona por habitación y en las salas comunes se eliminan la mitad de las iteras

Ical
30/06/2020
 Actualizado a 30/06/2020
Las instalaciones se han señalizado para evitar contactos y riesgos de contagio. | C.S.
Las instalaciones se han señalizado para evitar contactos y riesgos de contagio. | C.S.
El responsable del albergue de peregrinos de Ponferrada, Miguel Ángel Pérez ha destacdo que el cierre de las instalaciones durante los meses de marzo, abril, mayo y junio, debido a la crisis sanitaria del COVID-19, supuso un descenso de 7.000 personas con respecto a los datos del año pasado en lo relacionado con la acogida en la capital berciana. El albergue “echará a andar” mañana en una nueva etapa para la que las plazas se reducirán de las 142 habituales a entre 35 y 40, con el objetivo de mantener la distancia de seguridad para evitar contagios.

En ese sentido, el objetivo principal de los responsables del albergue para este periodo es “transmitir la idea de que el albergue es un lugar seguro”, explicó Pérez, que aseguró que las medidas de higiene y los protocolos desinfección se aplicarán siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. La cocina no funcionará y en las habitaciones sólo se hospedará una persona, mientras que en las salas comunes se eliminará una de cada dos filas de literas. Además, se tomará la temperatura a cualquier huésped que presente síntomas y se apela a la responsabilidad personal de los usuarios a través de carteles que les recuerdan la obligatoriedad de usar mascarilla y de mantener la distancia.

Tras el “parón brusco” del mes de marzo, Pérez quiso destacar también la “función terapéutica y sanadora del Camino” como uno de los motivos que impulsan a las instalaciones de la capital berciana a “echar a andar” en este nuevo periodo. “Alguien tiene que empezar porque esto es la pescadilla que se muerde la cola: no hay peregrinos porque no abren los albergues y no abren los albergues porque no hay peregrinos”, explicó.

Pese al “miedo” que perciben por parte de las personas que se interesan en el alojamiento y a que la reapertura oficial no se producirá hasta mañana, el albergue recibirá en la noche de este lunes a los primeros dos peregrinos de esta nueva etapa. “Siempre hemos estado y seguiremos estando, no les vamos a dejar fuera”, recalcó Pérez.

Si en Ponferrada el albergue abrirá sus puertas mañana, en la localidad de Foncebadón habrá que esperar hasta el día 6 de julio, según avanzó el responsable de las instalaciones, Rafael Canseco. Allí, las plazas se reducirán de las 18 habituales a un máximo de nueve. En el otro albergue administrado por la parroquia de Nuestra Señora de la Encina, el de la localidad de El Acebo, las plazas pasarán de 23 a ocho. Las instalaciones se reabrirán cuando se encuentren voluntarios que puedan ocuparse de ellas, ya que las personas que lo han hecho durante los últimos años forman parte de colectivos de riesgo frente al virus.

Por su parte, el responsable parroquial, Antolín de Cela, valoró la recuperación de la actividad en la Ruta Jacobea y la “dimensión turística” del fenómeno. “El Camino es bueno para todos y los albergues de acogida tradicional promocionan a las ciudades donde se ubican, porque generan movimiento económico y social”, explicó De Cela, que subrayó que “las ciudades del Camino están más animadas cuando hay peregrinos”.

En ese sentido, el párroco señaló que la Ruta Jacobea es “la única señal de vida” en muchos de los pueblos que atraviesa y apostó por una recuperación “por zonas”, con una primera área que vuelva a la actividad entre Astorga y el puerto de El Cebreiro. “Espero que los de Galicia se abran cuando vean que esto arranca”, aseguró.
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