Eduardo Morán, presidente de la Diputación, 24 años esperando este primer día

No se han cambiado los nombres en las puertas de los despachos, pero el nuevo presidente de la Diputación de León, el socialista Eduardo Morán, ya llega temprano a Presidencia para su primera jornada, este sábado, al frente de una institución con 130 millones de euros de presupuesto anual, que se debe a 208 municipios, más de 1.200 pueblos y más de 240.000 leoneses. Un casa que ya conoce bien, aunque desde otras posiciones. "Después de haber estado 8 años como diputado, ayer, incluso esta noche, era un cúmulo de recuerdos", reconoce.

Alcalde de Camponayara, es consciente del reto que tiene por delante, tras dos décadas y medias de ver cómo la bancada de su partido siempre era la de la oposición, pero lo afrontan "con muchas ganas, con mucha ilusión". Este viernes juró el cargo y tomó el bastón de mando, entre felicitaciones y consejos. "Teníamos la presencia de Agustín Turiel, último presidente socialista. Tuve la oportunidad de hablar un poco con él y yo creo que todos los compañeros socialistas de la provincia de León estábamos esperando que llegara este momento. Con esa ilusión y esas ganas, no podemos defraudar a todos los habitantes de la provincia por los que vamos a trabajar estos años".

Y ya se han puesto a ello, aunque por el momento el equipo de Gobierno está sin definir. Asegura Morán que concentrarán áreas y diversificarán otros, pero todavía sin nombres, aunque podrían estar semana. Sí estará el de Matías Llorente, diputado de UPL, con quien han pactado a cambio de 24 compromisos concretos, que en gran medida dependen de Moncloa. "Es verdad que dependemos de cuál sea el Gobierno de España, espero que sea de Pedro Sánchez, pero en cualquier caso nosotros vamos a ser reivindicativos para llevar a cabo esos puntos con cualquier gobierno que haya en España", asegura.

En su proyecto están los grandes temas como agilizar la tramitación, Gersul, los parques de bomberos, las conexiones a Internet, las estaciones de esquí o los planes provinciales. Todo ello con el objetivo de frenar la despoblación y hacer "más cercana" la Diputación.

Tras 24 años esperando, sería un lujo dejar en blanco el primer día como presidente, mucho más, teniendo en cuenta lo que espera lograr en los próximos cuatro años.
"Estaría satisfecho con que los alcaldes y alcaldesas de la provincia de León estuviesen satisfechos porque les hubiésemos estado apoyando durante estos cuatro años, nos hubiesen sentido cercanos y les hubiésemos ayudado a resolver problemas. Estaríamos satisfechos con que ese gran problema que tenemos en la provincia de León y en España también, pero que nos preocupa especialmente en León, que es la despoblación, se hubiese frenado, incluso que pudiésemos haber revertido esa situación y para ello tendríamos que haber puesto en marcha muchos servicios para el mundo rural y haber llegado con soluciones a los problemas que se les vienen planteando desde hace años y no hemos sido capaces de darles una solución".

Tiene cuatro años menos un día para cumplirlo.