Ecologistas en Acción denuncia las cacerías en el Monte San Isidro

La ONG acusa a la Diputación de varios incumplimientos medioambientales en el espacio natural

L.N.C.
12/03/2019
 Actualizado a 10/09/2019
Imagen de archivo de una actuación anterior en el Monte San Isidro
Imagen de archivo de una actuación anterior en el Monte San Isidro
Ecologistas en Acción denuncia las cacerías, los vertidos, los desbroces y las cortas en el Monte San Isidro que, a su juicio, suponen un incumplimiento por parte de la Diputación de León de la declaración de Zona Natural de Esparcimiento (ZNE) del paraje.

Los ecologistas apuntan que la zona es “un monte-isla de incalculable valor recreativo y protector en las cercanías de la ciudad de León, que está sufriendo en los últimos tiempos diversas agresiones que atentan contra su integridad física y sus funciones ambiental y social”.

Cacerías

La organización apunta que “a pesar de considerar al jabalí especie estable y no cinegética, se han falseado datos en cuanto a su número a fin de obtener permisos de control poblacional que permitan abatir uno o dos ejemplares que eran los que había, todo ello por parte de personal de Diputación no adscrito a la zona natural. Hay que recordar que en el Documento de declaración del espacio protegido, de diciembre de 2012 y redactado por la Junta de Castilla y León, se consideran tanto los vertidos como el aprovechamiento cinegético, como usos prohibidos dentro de la ZNE”.

Vertidos

Denuncian que en el “camino asfaltado, en un tramo que arranca desde el complejo San Cayetano y penetra en la zona natural en al menos 100 metros, se observa una capa asfáltica gruesa”. En este sentido recuerdan que “el Plan técnico de gestión recomienda un refino con motoniveladora y cunetas a ambos lados, con aportes puntuales de gravas o zahorras naturales, en ningún caso agentes químicos o aglomerados asfálticos que pueden considerarse vertidos”.

Desbroces

En este aspecto, Ecologistas en Acción señala que “se observan numerosos puntos sobre todo en márgenes de caminos y sendas donde se ha desbrozado a matarrasa y más allá de los 10 metros recomendados en el Plan técnico para la prevención de incendios”. Consideran que ello mermar la biodiversidad y afecta a especies botánicas y a las aves.

Cortas

Ecologistas en Acción asegura que “no se han respetado los tipos de corta establecidos, las densidades ni los objetivos fijados, que no son otros que el fomento de los valores recreativo y protector del monte, con carácter preferente sobre la producción”. Denuncian cortas mecanizadas por fajas en el robledal con aprovechamiento comercial o tala de pinos sanas, entre otros.


Actuaciones arbitrarias


Como conclusión, los ecologistas apuntan que “estas actuaciones arbitrarias y no planificadas plantean dudas sobre el futuro próximo y hacen pensar que el monte se encamina hacia una situación caótica”. Alertan también de que “se aprecia ya una alarmante pérdida de biodiversidad, habiéndose constatado una disminución de las especies de líquenes, hongos silvestres, plantas, insectos y otras especies faunísticas que se encontraban presentes pocos años atrás, como el águila calzada”.

Por todo ello, “se hace necesario un compromiso conjunto de las Instituciones (Diputación, Ayuntamiento, Junta) por el cumplimiento estricto de la planificación y por una gestión cuidadosa, poco intervencionista y sensible con los valores que alberga la Zona Natural de Esparcimiento, habilitando los programas y fondos suficientes y huyendo de decisiones caprichosas o coyunturales, dado el cúmulo de presiones de toda índole que soporta el espacio y su gran fragilidad ambiental”.
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