Dos miradas al mundo

Carol Moreno y Dolores de Loma presentan en la galería de arte Alemi en la capital leonesa una exposición con sus personales visiones de la realidad

Vicente García
17/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
El directora de la galería Alemi con las dos artistas. | VICENTE GARCÍA
El directora de la galería Alemi con las dos artistas. | VICENTE GARCÍA
Carol Moreno y Dolores de Loma presentan sus obras en la sala de exposiciones Alemi, una exposición con dos figuras relevantes del panorama pictórico.

Carol Moreno expone cuadros con un marcado carácter figurativo y realista, presentando paisajes o imágenes con un carácter modernista, como pueden ser los nenúfares o las hermosas arboledas, lugares llenos de paz y tranquilidad donde, en el fondo, hay un trasfondo cargado de la poesía del tiempo de la vida: «la infancia, la adolescencia y la madurez, incluso la propia muerte, aunque es algo más subjetivo y cada uno lo puede ver de acuerdo con sus vivencias y sus intereses», nos dice Carol.

Carol Moreno es una pintora muy versátil y sus imágenes han sido realizadas en diferentes lugares y soportes, como cuadros, murales, techos de salas, habitaciones de hoteles, casas o salones nobles de Barcelona y su pintura mural es de una delicadeza y suavidad extraordinarias.

Para elaborar sus cuadros parte de los apuntes recogidos en sus viajes así como las fotografías que toma de los lugares que visita. Y los momentos que busca son de luz, asociada a la felicidad. Sus viajes por Venezuela, Camboya, Tailandia y otros países se ven reflejados en su obra, una obra que produce una sensación poética de paz, sosiego, tranquilidad y belleza.

En sus obras vemos paisajes pero en esos paisajes se puede simbolizar el sentido circular de la vida y lo que en un principio es belleza y paz luego tienen un trasfondo en el que se contempla el paso de la vida, del tiempo. Y según ella dice; «estos cuadros producen una sensación de paz, tranquilidad y sosiego, y creo que si colocas esto en tu casa o en tu negocio, donde lo quieres poner, atraes esas sensaciones hacia ti y los que te rodean».

Una serie de cuadros que el espectador debe contemplar para disfrutar de esas sensaciones.

Dolores de Loma es una artista diferente, con una doble vertiente: por un lado lo que nos presenta en las paredes de la sala Alemi, que son edificios y bodegones pintados con una fuerza expresiva en la que realiza el dibujo y posteriormente va difuminando la escena, tanto si es un lugar como un bodegón, restos de un momento anterior de su pintura.

Los bodegones que presenta están realizados en tonos cálidos, lo que imprime un halo de emoción a las frutas que las puede hacer algo más apetitosas, aunque ella intenta desdibujarlas en ese juego neoimpresionista que difumina las líneas de los objetos.

Los paisajes urbanos también tienen esa seña neoimpresionista y sus líneas bien definidas se pierden en una maraña de velos que hacen que sean un poco menos resaltadas,
Los cuadros de Dolores de Loma están realizados en su mayor parte en óleo, pero, según nos dice: «yo no utilizo la espátula, porque la espátula se nota, yo brochas grandes, rasquetas y pelos, que es lo que utilizo».

Ella no desea definir su obra, aunque considera que es una pintura con fuerza y reivindicativa. Ha de ser el espectador el que haga la tarea de interpretarla y definirla. Se trata de una pintura con un marcado contenido de abstracción y tendente al impresionismo, aunque se ve perfectamente el contenido de lo que desea presentar, bien sean frutas en bodegones, bien edificios en paisajes urbanos, aunque el trasfondo es lo que el espectador debe reconocer.

Dolores de Loma tiene otra vertiente más reivindicativa y que no está expuesta en la galería Alemi, mucho más abstracta y en forma de collages, implicándose en los problemas sociales de la realidad actual.

Una exposición para ver y sentir que estará en la sala Alemi hasta el próximo 27 de julio.
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