Del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2019, en Tasmania, Australia, se celebrará el XXXIX Campeonato del Mundo de Salmónidos Mosca, donde España intentará revalidar el título conseguido en aguas italianas, con David García Ferreras, Pablo Castro Pinos, David Arcay, Jordi Oliveras, Julen Aguado y Emilio J. González Berjaga. Pero nada será fácil. Participan 23 países entre los que a parte de España destacan las selecciones de Francia, Canadá, Bélgica, Italia, Japón, Escocia, Estados Unidos, Sudáfrica y la anfitriona Australia.
España es la vigente campeona del mundo por equipos y David García, el campeón individualSe pescará en sectores de lagos y ríos, en botes a la deriva y desde orilla. Lagos como Little Pine, Woods o la laguna de Penstock y ríos como el Meandro y el Mersey, donde abundan las grandes truchas marrones.
La selección española, que partió el pasado lunes 18, ya está en Tasmania entrenando para adaptarse a sus aguas y probar los señuelos que utilizará en la competición. No habrá sesiones de práctica oficiales, pero todos los lagos y ríos del interior de Tasmania, excepto los designados para la competición, estarán disponibles para practicar sin costo adicional a la licencia de pesca. La comunidad de pescadores de Australia espera con satisfacción el evento y colaborará con los equipos en su preparación y práctica.
Tasmania, que es una gran isla situada frente a la costa sur de Australia, es conocida por sus inmensas zonas naturales protegidas en parques y reservas. Sus ríos, lagos, montañas y valles conforman un paraíso para los amantes de la naturaleza y la pesca. La isla goza de un clima templado y estable. La temporada de pesca de la trucha marrón en Tasmania se extiende desde el primer sábado de agosto hasta el 30 de abril del año siguiente.
La pesca en otoño, un desafío importante con los ciprínidos
La pesca del barbo a mosca, por su bravura y fuerte lucha, es un desafío para muchos aficionados.
La pesca de ciprínidos, cerrada la veda de la trucha, se presentan como una alternativa extraordinaria para los aficionados que se resisten a colgar la caña. Los ríos Esla, Órbigo y Cea, en sus aguas no trucheras, son lugares idóneos para su pesca por su abundancia y tamaño. La pesca del barbo a mosca es un desafío para muchos aficionados por su bravura y fuerte lucha durante su pesca. Tiene una arrancada espectacular y pelea con mucho brío hasta agotarse.
La especie de barbo presente en nuestra provincia es el Barbo común (Barbus bocagei). Es un pez fuerte y esbelto. Su aleta caudal tiene forma de V. Los machos son más pequeños que las hembras y tienen la aleta anal un poco más corta. Su talla suele oscilar entre los 25-55 cm. Presenta cuatro barbillones, uno a cada esquina de la boca y dos por debajo donde tiene alojados los sentidos del gusto y del tacto, los utiliza para buscar la comida entre los sedimentos y la grava del lecho de los ríos. Lombriz, gusarapín, ova y maraballo son los principales cebos naturales usados para su pesca, a los que tenemos que sumar los cebos y señuelos artificiales. Es un pez que se puede engañar con cualquier cebo natural, pero es importante que se encuentre presente en su hábitat.
Últimamente son muchos los pescadores que pescan el barbo a mosca, aunque con el frío pierden actividad se pueden pescar en esta época en los embalses y partes bajas de los ríos. Suele alimentarse en aguas someras, es fácil descubrirlos y así proceder a pescarlos a pez visto. Dando buenos resultados las imitaciones de los escarabajos y los saltamontes montados con foam. Se podrán cobrar seis ejemplares por pescador y día, con una medida mínima de 18 centímetros.
Sigue vigente la pesca del cangrejo rojo
El periodo hábil, que comenzó el día 1 de junio, se prolonga hasta el 31 de diciembre. No hay para su pesca límite de talla ni cupo, pero solo se permite el uso de cebos muertos, incluidos trozos de pescado, y está prohibida la utilización de especies exóticas invasoras. En las aguas autorizadas de acceso libre se podrán pescar todos los días. Para el calado de los reteles se puede ocupar una longitud de orilla que no exceda de 100 metros por pescador, y siempre respetando una distancia superior a los 10 metros del retel del pescador inmediato. El tamaño máximo autorizado en los reteles será de 50 centímetros de diámetro y todos los reteles deberán estar identificados con una tarjeta en la que conste el nombre, los apellidos y D.N.I del pescador. Al tratarse de especies invasoras, que se pretende erradicar, no se pueden devolver a las aguas, pero si esta autorizado el transporte de ejemplares vivos.