Disfrutar del disfraz no es cuestión de edad en La Bañeza

Los más pequeños fueron este lunes los protagonistas del segundo desfile en honor a Don Carnal de los que se celebran estos días en La Bañeza. El desfile que surgió para que se luzca la cantera y para promover una fiesta que no entiende de edades sino de ganas de disfrutar, contó con la participación de una veintena de grupos de la ciudad y alguno de la comarca bañezana.

Además de los espontáneos que cada año salen a los desfiles con propuestas de lo más original, acompañados por una decena de charangas, los grupos desplegaron en las calles de La Bañeza los trajes en los que han estado trabajando durante los últimos meses, representando a unas máquinas tragaperras, a unos árboles en plena floración o la recreación de la procesión de Corpus con 'niños' de primera comunión.

También, como viene siendo habitual, en el desfile de una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional abundaron los disfraces manufacturados en serie, aunque este hecho no restó colorido al cortejo, que este año finalizó en la Plaza Mayor en lugar de hacerlo en la zona de Vía de la Plata como era costumbre hasta aquí.

Tras el desfile para los niños y el reparto de chocolate para los más pequeños, la Plaza Mayor acogió un autobús-fiesta con música para ellos y atracciones hinchables. Apenas unas horas después de finalizar el desfile, a La Bañeza comenzaron a llegar cientos de jóvenes de toda la provincia y de provincias limítrofes para participar en la conocida como Noche Bruja.