Dios salve a un viejo ratón

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
07/04/2020
 Actualizado a 07/04/2020
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Que hayamos pintado el mundo de negro no quiere decir que sea negro para todos, no olvides que hay quien todavía cree en Mickey Mouse, el viejo ratón de 92 años del que no han llegado noticias de que le haya atacado ningún virus.

Que estemos convencidos de que lo sabemos todo, porqué ha pasado y pasa, qué hay que hacer, cómo, cuándo, a quién hay que echar, a quién traer, incluso qué medicamentos tomar... no quiere decir que convirtamos la vida en un monotema y obliguemos al mundo a escuchar lo que dice la tele y lo que le matizamos nosotros, porque lo sabemos, porque todos tenemos una prima enfermera que aunque está jubilada tiene una sobrina que algo sabe, de buena tinta.

Y nos olvidamos de que los fieles del viejo ratón tienen derecho a su vida de colores, que hacen bien en dibujarla así, con su arco iris, porque así se lo han ganado en su tabla de derechos no escritos de la infancia de colores.

En su cartilla de lecturas todavía no han llegado a palabras tan difíciles como coronavirus, pandemia y hasta esternocleidomastoideo ¿Si no han llegado porque se lo pones en el rato de los dibujos animados?, ¿no crees que todavía no es momento, incluso, de contarles que a la hora de la verdad, cuando nos vemos jorobados de verdad, volvemos la mirada para el médico de cabecera y no para Messi y Benzemá? Tiempo al tiempo.

Él sabe que sólo hay un dios verdadero. Y es un ratón.
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