Día 1 de desescalada en Riaño: Este bar no "tenía" servicio de terraza

La apertura de los bares fue este lunes la principal novedad en las comarcas que sí han podido pasar a la fase 1 de la desescalada, puesto que el resto de actividades continúan igual

David Rubio
12/05/2020
 Actualizado a 12/05/2020
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En España, aunque no lo parezca, la vida no late por los altibajos del Ibex 35 ni por los trágicos balances que cada día anuncian Fernando Simón, el ministro Illa y los correspondientes consejeros del ramo. Como ya se sabía, el pulso de este país se toma en los bares. Pueden llegar noticias mejores o peores, pero si se reciben en el bar se valoran todas de otra manera. Pueden abrir las carnicerías y los estancos y los concesionarios de coches, pero la normalidad llega cuando se abre el bar y se producen los encuentros de quienes llevaban casi dos meses sin verse. Este lunes, el chiste era demasiado repetido: «¡Encuentros en la primera fase!».

La zona básica de salud de Riaño fue una de las tres de la provincia de León que ayer pasaron a la fase 1 de la desescalada. Las otras fueron Matallana de Torío, Truchas e Izagre, que depende de Valladolid. La apertura de los bares fue la principal novedad en esta nueva fase de la desescalada, pero, como ya se ha dicho, es mucha novedad. «No sabíamos bien qué hacer, porque tenemos miedo y la gente obviamente también, no sabíamos cómo iban a reaccionar, pero de momento va todo bien», comentaba ayer por la mañanala propietaria del bar El Mentidero, uno de los dos que ayer abrió sus puertas en Riaño. Con mucha alegría recibían sus clientes no las puertas abiertas, que aún no se puede, pero sí la terraza, con las correspondientes medidas de seguridad traducidas en distancia entre mesas y escrupulosa desinfección de cada espacio antes de que lo utilizara otro cliente.

«¡Hombre! ¿Qué tal estás? ¿Qué es de tu vida? ¡Ven acá! Bueno, no, ponte mejor ahí». Los riañeses se saludaban de lejos, como marca la norma, y repasaban las novedades del pueblo y de la comarca. «Para mí, ha sido el día más feliz de los últimos dos meses», comentaba Nacho, propietario del estanco de la localidad, desde el que reparte gratuitamente mascarillas higiénicas y geles para los vecinos que las necesiten. «Poder subir a ver el río, que soy pescador, poder ir a ver a los amigos en Posada o en Boca ha sido muy importante para mí, aunque no lo creáis, que llevaba dos meses sin ver a muchos de ellos. Y, sobre todo, poder ir a tomar café esta mañana. Ya le he dicho a la propietaria que a partir de ahora voy a consumir el doble de lo que consumía, por lo que no he podido consumir durante este tiempo y porque a partir de ahora nos vamos a tener que ayudar entre todos», comentaba ayer por la mañana el estanquero, que resumía la actual situación de forma elocuente: «Si en la provincia de León seguimos con los números de contagios que están saliendo estos días, algo estaremos haciendo mal. Y si aquí hemos conseguido pasar a la fase 1, algo estaremos haciendo bien».

La zona de salud de Riaño comprende también los ayuntamientos de Maraña, Acebedo, Burón, Oseja de Sajambre, Posada de Valdeón y Boca de Huérgano. Total, cerca de 800 kilómetros cuadrados. En este último municipio el pase a la fase 1 de desescalada venía marcado también por la apertura de uno de los bares del pueblo, donde Deo tenía que recurrir a la bandeja para poder atender a los clientes. «Este bar no tenía servicio de terraza», bromeaban algunos de ellos en referencia a las nuevas condiciones de la reapertura.

En Boca de Huérgano tampoco se ha registrado ningún positivo durante toda la pandemia. Alertado por un hijo de lo que estaba pasando en Italia antes de que se tomaran medidas en España, el alcalde de la localidad, Tomás Sierra (UPL) se mostraba ayer preocupado por lo que pudiera llegar a partir de ahora, ya que se trata de un municipio especialmente envejecido: «En los últimos diez años, han muerto cuarenta personas y ha nacido únicamente una niña, y eso es algo que desmoraliza a cualquiera», reconoce el regidor, para quien no es lógico que en el medio rural se apliquen las mismas restricciones que en la ciudad. «Fue una de las exigencias que le hicimos al presidente de la Junta en la reunión con la Federación de Municipios y Provincias, de la que soy vocal, y la verdad es que Mañueco es un político que puede gustar más o menos pero que sabe escuchar».

A las grandes administraciones, Sierra les pide, como ha hecho siempre, «que miren más por lo que vivimos aquí, que a menudo nos sentimos menos valorados que la flora o que la fauna. En esta situación, por ejemplo, para nosotros sería fundamental que nos permitiesen invertir los remanentes de tesorería, que es un dinero nuestro, que hemos ahorrado de otros años y que para nosotros sería muy beneficioso poder utilizar ahora para ayudar a la recuperación de la actividad económica», concluye el alcalde, que a pesar de todo se muestra esperanzado con el futuro.
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