¡Devuélvannos los viernes!

03/06/2022
 Actualizado a 03/06/2022
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Hay días en los que todo el mundo sabe dónde estaba, normalmente vinculados a grandes eventos que, a la hora de rememorarlos años después, hacen saltar esos resortes que todos tenemos para ubicarnos en un tiempo pasado.

Cuando ayer vi entrar por la puerta del Salón de Plenos de San Marcelo a Gustavo Aranzana, el Tuky Bulfoni, Juanjo Bernabé o Lucho Fernández, inevitablemente la cabeza se me fue a aquel 26 de mayo de 2007, día en el que Baloncesto León logró su último ascenso a ACB y que, sin saberlo, fue el comienzo del final de un club que entre todos lo mataron y él solito se murió sin que a nadie más que a aquellos que no podían hacer nada para evitarlo pareciera importarle demasiado.

Aquel sábado toda la ciudad tan nerviosa como roja era la camiseta que llevaba desfilando hacia el Palacio de los Deportes. El estrés había llegado desde días antes, cuando conseguir una entrada para aquel quinto partido del ‘playoff’ de ascenso había provocado colas interminables a las que ni yo ni nadie estábamos acostumbrados. Reconozco que ni ese año ni los anteriores había pagado por entrar al Palacio de los Deportes, acudiendo puntualmente cada día en la pausa del recreo al kiosko de Enrique para que los jueves nos diera las invitaciones con las que el viernes, día habitual de partido para Baloncesto León, bajásemos acompañando al Bernesga con parada en Blas para que un cucurucho de patatas a palo seco hiciese más corto el camino.

De aquel partido recuerdo el calor que hacía en el Palacio y que casi hacía que se pudiese cortar el aire, la pintura corrida de las caras por el sudor, la gente sentada hasta en las escaleras, el mate de Leather, el delirio, la invasión de pista, el subir corriendo hacia Santo Domingo a cometer la estupidez de bañarse en la fuente con el agua congelada. Menos mal que nuestros padres llevaban toallas en el coche. Un día para compensar muchos años de decepciones, pendientes del ‘playoff’ a través de una radio que nunca traía buenas noticias. ¡Tres equipos celebraron tres años seguidos el ascenso en el Palacio!

Un momento feliz que alguien tiene que luchar porque vuelva a ser al menos una posibilidad. ¡Devuelvannos aquellos viernes!
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