Derriban la estatua de 'Las Cabezadas' en la plaza de San Isidoro

Ha sido vallada después de caer al suelo tras una colisión accidental de uno de los camiones que retiraba el árbol navideño

Alfonso Martínez
27/01/2021
 Actualizado a 27/01/2021
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La estatua que rinde homenaje a la tradicional ceremonia de 'Las Cabezadas' y que está ubicada en la plaza de San Isidoro ha sido derribada en la mañana de este miércoles tras la colisión accidental de uno de los camiones que se encontraba en la zona para desmontar el árbol que ha adornado la zona durante las recientes fiestas navideñas. El Ayuntamiento de León ha procedido a vallar la estatua con el fin de que no se produzcan más incidentes. Además, se va a trasladar el conjunto escultórico al Centro de los Oficios para llevar a cabo las reparaciones pertinentes.

La estatua fue realizada en bronce en el año 1999 por el escultor asturiano José Luis Fernández y representa la entrega de uno de los hachones de cera que el pueblo de León entrega cada año al Cabildo de San Isidoro en forma de ofrenda. Es precisamente ese hachón el que se ha desprendido del conjunto escultórico como consecuencia del derribo. Además, la peana sobre la que se asienta también ha sufrido daños que serán reparados a la mayor brevedad.

Tributo a la historia de 'Las Cabezadas'

La escultura derribada rinde tributo a la historia de 'Las Cabezadas'. Fue en el año 1158 cuando una pertinaz sequía asolaba los campos del Reino de León, que en aquel momento se encontraba en su época de mayor esplendor. El pueblo, bajo el reinado de Fernando II, decidió sacar en procesión las reliquias de San Isidoro, al ver que las rogativas precedentes no habían dado resultado a la hora de solventar esa sequía. El cortejo se encontraba a la altura de Trobajo del Camino y, durante un descenso de los portadores de las reliquias, aparecieron nubes negras que descargaron lluvia con tanta fuerza que transformaron la tierra en barro y provocaron que las andas que portaban la urna se atollasen. Era imposible moverlas por mucho que lo intentaron los fornidos jóvenes que formaban parte de la procesión. La reina doña Sancha, tía de Fernando II, y otras damas oraron y ayunaron durante tres días. Fue después cuando cuatro niños de apenas diez años de edad lograron sacar las andas sin dificultad alguna.

Desde ese momento el pueblo de León acude a honrar a San Isidoro. Y la ceremonia de 'Las Cabezadas' sirve cada año para hacer esa ofrenda y para que el Ayuntamiento de León y el Cabildo de San Isidoro entablen un debate sobre si es foro u oferta, es decir, si la entrega de un cirio de una arroba "bien cumplida" y dos hachones de cera es obligatoria o voluntaria. La ceremonia siempre acaba sin acuerdo y los representantes municipales se despiden de los isidorianos inclinándose tres veces en exagerada reverencia. De ahí el nombre de 'Las Cabezadas'.
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