Deportiva 1 - 4 Toledo: 'Otro ridículo para finiquitar la temporada'

La Ponferradina cae goleada ante el Toledo en su último partido del curso en El Toralín y solo asegura la permanencia por las derrotas de Coruxo y Racing de Ferrol

A. Cardenal
06/05/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Jon García, durante el partido ante el Toledo. | A. CARDENAL
Jon García, durante el partido ante el Toledo. | A. CARDENAL
El Toralín echó el telón a una temporada deplorable con un bochorno de partido a la altura de lo que ha sido el curso. La Deportiva cayó goleada ante el Toledo (1-4) y solo viajará con la permanencia en el bolsillo gracias a las derrotas de Racing de Ferrol y Coruxo.

Y es que al igual que la semana pasada ante el Cerceda, los blanquiazules fueron una caricatura, un quiero –muchas veces ni eso– y no puedo ante un rival que llegaba casi desahuciado a la capital berciana y salió por la puerta grande, con los tres puntos y gustándose a costa de un equipo que, una vez más, hizo aguas en defensa víctima de un sistema suicida que nunca ha funcionado y que ha convertido la temporada en un infierno.

El arranque del partido fue un calco del de la semana pasada. La Deportiva, a base de balones colgados, empezó metiendo al Toledo en su área, pero su dominio fue fugaz y no se tradujo en oportunidades de gol claras a excepción de un saque de esquina envenenado que a punto estuvo de sorprender a JonAnder.

Dominio del Toledo


En cuanto los visitantes se sacudieron la presión local y las pizarras entraron en juego, el Toledo se hizo dueño y señor del partido. No necesitó de un fútbol preciosista, ni exhibiciones individuales, ni un derroche físico para que en la despedida de curso del Toralín volvieran a salir a la luz todas las vergüenzas de la Deportiva. Le bastó con explotar las lagunas de un sistema ‘kamikaze’.

Consciente de que la propuesta de Terrazas basa buena parte de su éxito en ‘vivir’ en las inmediaciones del área rival para tratar de explotar la superioridad numérica en la media punta, los manchegos extremaron la vigilancia a Iago Díaz y Donoso y trataron de flotar a Álvaro Moreno y Saúl, que sin opciones para sacar el balón de juego, perdieron varios balones en campo propio que casi cuestan un disgusto.

Pero no le hicieron falta a los verdiblancos más errores para abrir la lata. Montiel, cuando ni siquiera se había llegado al ecuador del primer acto, adelantaba a los manchegos con un zambombazo que reventó la escuadra de David Gómez y premió la superioridad de los visitantes, que supieron leer como pocos las flaquezas de la Ponferradina.

Miguel Falcón apostó por hacer ancho el campo y la jugada le salió redonda. Con Montiel y Romagnoli pegados a la línea de cal y Charly moviendo la pelota de un costado al otro, el Toledo empezó a llegar con facilidad, pero no lo aprovechó para dejar ‘KO’ a la Deportiva y casi lo paga caro.

Poco antes del descanso, y en la única buena circulación ofensiva de los blanquiazules, la parábola de Yuri desde la frontal se topó con Jon Ander, que logró desviar el balón lo justo para que se estrellase en el larguero.
Fue el preludio de lo que fue la segunda parte. La Ponferradina adelantó líneay se volcó en busca de las tablas. Cidoncha, que ha explotado como goleador en las últimas semanas, puso las tablas nada más comenzar la reanudación con un remate de cabeza mordido que entró llorando tras tocar el palo.

Caos en la segunda parte


El tanto fue un mazazo para el Toledo, al que le entraron los nervios y las prisas. La necesidad de unos y las propuesta de otros rompió el partido y convirtió la segunda mitad en un ida y vuelta, con los dos equipos totalmente partidos y el centro del campo en busca y captura.

Tampoco ayudó Terrazas a serenar el choque. A pesar de que a la Deportiva le bastaba un punto para esquivar matemáticamente tanto el descenso como el ‘playout’, la salida de Saúl terminó de descomponer a la escuadra berciana, que aceptó el órdago de los visitantes y se quedó sin nada.

El caos tuvo nombre y apellidos: Sergio García. El futbolista zamorano sustituyó al lesionado Romagnoli a media hora del final y volvió loca a la zaga berciana, que no supo lidiar con su velocidad.

De sus botas nació todo el peligro de los manchegos. En su primer contacto con el balón se marchó de todo jugador blanquiazul que salió a su paso pero no estuvo acertado en el remate.; en la segunda, rozó el palo con una rosca desde el pico del área.

A la tercera fue la vencida. El ariete desvió lo justo un balón picado al interior del área para sortear la salida de David Gómez y dio comienzo a la fiesta verdiblanca, que selló una victoria que le permite salir del descenso directo con los tantos en la recta final de Charly y Héctor Figueroa, que no tuvo piedad de su ex equipo y pidió perdón a una afición que coreó los últimos pases de los jugadores manchegos y despidió con una bronca más que merecida a los suyos tras una temporada bochornosa.
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