Demostrar la vinculación, clave en la venta de las casas de Ciñera

El grueso de las ‘casas bajas’ serán vendidas a sus ocupantes en un proceso que se iniciará con la formalización del contrato de promesa de compra

Estefanía Niño
29/07/2016
 Actualizado a 04/09/2019
Imagen de archivo de una de las asambleas vecinales celebradas en Ciñera.| L.N.C
Imagen de archivo de una de las asambleas vecinales celebradas en Ciñera.| L.N.C
La compra por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a través de la Sociedad de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), de las viviendas y edificios sociales afectados por la liquidación de la Hullera Vasco-Leonesa es solo el primer paso para que los vecinos puedan ser propietarios de las viviendas que han habitado durante, en algunos casos, casi toda su vida. Tras la adquisición de la Junta de estos inmuebles, llegan a hora los trámites para volver a la normalidad y que las casas tengan a sus legítimos propietarios.

Con la compra de la Junta ya cerrada, se inician ahora nuevas fases que se dividirán en tres grandes campos: la compra por parte de los vecinos, los alquileres sociales, y la situación de las viviendas que queden desiertas. Actualmente, y como eje prioritario, se trabaja en la compra de las viviendas por parte de sus ocupantes, caso que afecta a la gran mayoría de los inmuebles. La Junta y la plataforma vecinal de Ciñera unen esfuerzos para hacer más fácil el proceso a los afectados, orientándoles y ayudándoles a llevar a cabo los trámites legales.

La situación, según las cifras orientativas con las que están trabajado, es que en el caso de las denominadas ‘casas bajas’ de Ciñera de las 128 viviendas, entre 16 y 20 serían ocupadas en concepto de alquiler social, entre 8 y 11 no han sido solicitadas, y el resto esperan el inicio de los trámites para ser adquiridas por sus ocupantes. Así las cosas, los interesados en comprar sus casas deberán demostrar su vinculación con la casa, ya que en la mayoría de los casos solo existían acuerdos verbales con la Hullera, y para ello deberán aportar el certificado de empadronamiento de todos los miembros de la unidad familiar y la copia del DNI compulsada de todos ellos. En casos de personas que no residen allí por distintas circunstancias, como puede ser el caso de personas mayores que pasan temporadas fuera con sus hijos o que dejaran la vivienda a la espera de poderla comprar, deberán demostrar su vinculación presentado un certificado de empadronamiento histórico del tiempo que vivieron allí, así como recibos y facturas que corroboren esa vinculación: gas, luz, internet, basuras, o alcantarillado, por ejemplo. También pueden presentar las facturas de todas las obras y mejoras que hayan realizado en las viviendas a lo largo de estos años para demostrar esa relación real.

Con toda esta documentación, la plataforma vecinal comprobará y revisará si es preciso adjuntar algo más. Una vez todo en regla, se derivará a los interesados al registró único, bien la Agraria de La Pola, o bien en León en la Junta de Castilla y León. Así, se formalizará el contrato de promesa de compra –adelantando los interesados una cantidad de unos 2.000 euros- y se procederá a la escrituración de la vivienda. Para facilitar las cosas, desde la plataforma se han ofrecido a acompañar a los vecinos a la ventanilla única, y se les recuerda que pueden compulsar allí las copias que precisen adjuntar, sin olvidarse de llevar los originales para ello. Una vez registrada la compra-venta, hay una cláusula que los propietarios deberán tener muy en cuenta: no podrán vender las viviendas en diez años, y si las venden tendrá prioridad Somacyl.

La plataforma vecinal ha elaborado unos anexos a presentar para aquellos casos en los que existan irregularidades de forma, por ejemplo nombres de calles o referencias catastrales que no coincidan por error del inventario de bienes de la Hullera. Agosto es un mes inhábil para el trabajo de la Administración, pero aun así los trámites se iniciarán a la mayor brevedad posible para poder zanjar el proceso.

En el caso de las viviendas del denominado ‘Patronato’, el proceso es sensiblemente más sencillo ya que las viviendas están registradas. Sin embargo, por el momento no se sabe si será necesario un contrato de promesa de compra o si se hará directamente una compra directa.
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