Del cerdo, hasta los excrementos

La planta de tratamiento de purines de San Millán reabrió en 2016 tras un lustro cerrada y ahora ha vuelto a reconvertir este deshecho en energía

T.G.
17/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Planta cogeneradora de energía ubicada en el término municipal de San Millán de los Caballeros, propiedad de una empresa del grupo Iberdrola. | L.N.C.
Planta cogeneradora de energía ubicada en el término municipal de San Millán de los Caballeros, propiedad de una empresa del grupo Iberdrola. | L.N.C.
De pocos animales se aprovecha tanto para alimento como del cerdo. De ahí el dicho que dice que "del cerdo, hasta los andares". Pero de él se aprovecha aún más, aunque en este caso no para comer, sino para generar energía.

Esto es lo que hacen en la planta de tratamiento de purines de San Millán de los Caballeros, reabierta en noviembre de 2016 tras un lustro sin funcionar. Los excrementos del cerdo son altamente contaminantes si se vierten sin tratamiento previo en el campo por lo que es aquí donde previamente lo tratan en un proceso en el que además generan energía con la que se abastece la electricidad empleada en el propio proceso y conduciendo el excedente a la red.

Esta instalación procesa el purín de granjas de cerdo de la zona sur de León y al año son unas 38.000 las toneladas de excrementos que tratan. El proceso consiste en la separación física y posterior tratamiento químico del purín generando un producto final higienizado y en condiciones óptimas para su posterior utilización como abono orgánico, muy apreciado por la agricultura local. "De esta forma esta planta favorece fuertemente el desimpacto medioambiental que supondría el vertido directo de purines en los campos, siendo esta tecnología prácticamente la única existente y viable para lograr dicho desimpacto", explican desde Energyworks San Millán SL, del Grupo Iberdrola, empresa encargada de su funcionamiento.

La instalación consiste en una planta de tratamiento de purín con motores de gas que generan el calor necesario utilizado durante el proceso físico-químico de separación e higienización del producto. De este modo, consta de dos partes diferenciadas: el sistema de tratamiento de purines y el sistema de generación de energía eléctrica.

El tratamiento del purín a su vez se compone de varias fases: el mecánico, el químico, el térmico y el de afino. El tratamiento mecánico consiste en separar mecánicamente la fracción sólida del resto de purín. "Esta separación permite reducir el volumen de residuo a tratar y disponer de un potencial abono orgánico, higienizado y exento de organismos patógenos, que puede ser añadido a los cultivos de forma controlada", detalla la empresa encargada de la planta. El tratamiento químico consiste en tratar el líquido resultante para disminuir su carga orgánica. Con este tratamiento se consigue destruir los microrganismos patógenos existentes en el purín, oxidar nitritos a nitratos y reducir su contenido de materia orgánico. Por otro lado está la fase térmica, que es de la que aprovechan el calor generado en el proceso de cogeneración y consiste en eliminar por destilación los compuestos químicos resultantes de los procesos anteriores y obtener un efluente líquido depurado mediante un proceso de evaporación-condensación. Por último se lleva a cabo el tratamiento de afino que consiste en un ‘Stripping amoniacal’ con lavado de gases, donde se consigue que el vertido final no supere nunca los parámetros de vertido en cuanto a las concentraciones de amonio (NH4+) y carga orgánica (DQO). "La instalación cumple, en todo momento, con los límites expuestos por la administración en la autorización de vertido", inciden responsables de la planta.

Energía

El sistema de cogeneración está constituido por dos grupos motogeneradores de gas natural con una potencia de 3.700 kilovatios (kW) cada uno, con un sistema de aprovechamiento de calor donde los gases procedentes del escape de los motores se conducen a una caldera de recuperación de calor de agua sobrecalentada que se emplea en el proceso de tratamiento del purín y de una instalación eléctrica para abastecer las necesidades de proceso exportándose el excedente a la red.

La planta tiene un funcionamiento anual normalmente superior a las 8.000 horas, trabajando de manera continua los 365 días del año a excepción de las paradas planificadas para el mantenimiento de los equipos, así como las no planificadas. La producción eléctrica anual de la planta es aproximadamente de unos 60.000 Megavatios por hora (MWh) lo cual consiguen con el tratamiento de 38.000 toneladas de purín, según los datos facilitados por Iberdrola.

12 empleados "de la zona"

En la actualidad trabajan en ella 12 personas, todas de las comarcas del sur de León. "El personal que lleva a cabo trabajos durante algunos periodos de tiempo en la planta es, en su gran mayoría, también de la provincia, a excepción de personal para trabajos muy especializados que quizá no se encuentre en la zona", explican desde la compañía, que señalan que su apuesta es firme con la zona en la que se ubica de modo que es habitual su colaboración con empresas locales y de la provincia para suministro de equipos, materiales y montajes.
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