23/12/2020
 Actualizado a 23/12/2020
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Dice mi madre que canto como los ángeles; aunque, me temo, no es opinión compartida por todo el mundo… En todo caso, es algo que me gusta, sí; y, por estas fechas, si cabe, todavía más… Y es que la música navideña, en general, tiene algo especial, sean villancicos tradicionales, flamencos, interpretados por bandas de Semana Santa, obras clásicas, composiciones actuales…

En los últimos años me ha dado por escuchar a los grandes cantantes americanos de mediados del siglo pasado –cosa de Merce, claro– y, oye, la verdad es que le he cogido el gusto… ‘Rudolph, the Red-Nosed Reindeer’, ‘We wish you the merriest’ o ‘Go, tell it on the mountain’, por poner algún ejemplo, son ya temas obligados en casa, sin ir más lejos, mientras ponemos el árbol y el Nacimiento, o vestimos el ramo. Curiosa mezcla, lo sé…

Uno de esos grandes cantantes americanos –junto a Frank Sinatra o Bing Crosby– fue Dean Martin, de ascendencia italiana, cuyo nombre real era Dino Paul Crocetti y que, entre otras cosas, destacó como actor. Formó pareja con Jerry Lewis desde mediados de los años cuarenta y, a finales de esa década, el dúo cómico dio el salto a la gran pantalla dejando grandes películas para la historia hasta que se separaron a mediados de los cincuenta para continuar sus carreras de manera independiente; ambos con gran éxito.

Por su parte, en la célebre trayectoria del Dean Martin cantante son inolvidables temas como ‘Volare’, ‘Sway’, ‘Ain’t that a kick in the head’ o, especialmente, ‘Everybody loves somebody’ que, de hecho, está escrito en su propio epitafio.

Dean Martin –que es también conocido por otras facetas al margen del mundo del espectáculo: boxeador, crupier, jugador de póker… y hasta contrabandista de alcohol– fallecía el día de Navidad de 1995; vaya fecha, ¿eh? Pasado mañana, cuando se cumplan justamente veinticinco años, será buen momento para recordarle, aunque sea simplemente escuchando algunas de sus canciones. Y, ya que estamos, navideñas, ni que decir tiene…
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