De desventurado como pocos... a uno de los más preclaros

El Museo de León cumple este jueves 150 años ya que abrió sus puertas el 6 de junio de 1869. Una larga vida marcada por dos sedes, la Iglesia de San Marcos y la actual, en el antiguo edificio de Pallarés. Ha pasado de casi todo en este siglo y medio del museo más antiguo de León

Fulgencio Fernández
06/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
La sala de arte contemporáneo en el actual edificio Pallarés. | MUSEO DE LEÓN
La sala de arte contemporáneo en el actual edificio Pallarés. | MUSEO DE LEÓN
Siglo y medio de vida cumple este jueves el Museo de  León, ubicado en la actualidad en el viejo edificio Pallarés, en el corazón de la ciudad, en la céntrica plaza de San Marcelo, al lado del reloj donde tantas generaciones quedaban antes de existir el móvil.

Un siglo y medio de vida, lo que le convierte en el más antiguo de la ciudad, dan para vicisitudes de todo, un recorrido que se podría resumir en dos frases del mismo autor para hacerse una idea de su evolución: «El Museo de León, desventurado como pocos otros de España», fueron las palabras de Gaya Nuño cuando lo inspeccionó en 1966.

«El Museo de León, uno de los más preclaros de España, ha pasado casi de puntillas por el siglo XX, pero encara esta centuria con todas las puertas abiertas al futuro que los leoneses quieran otorgarle», en palabras del mismo Gaya Nuño para no caer en visiones diferentes fruto de personalidades difenretes.

Estas «desventuras» de las que hablaba Gaya Nuño en las palabras citadas tienen mucho que ver, para el actual director, Luis Grau, con «su azarosa biografía y, en particular, a su ubicación, desde siempre, en el histórico convento de San Marcos, catalizador de muchas de sus visitas y halagos pero también, por qué no decirlo, de sus sinsabores más amargos».

El origen del Museo de León está muy vinculado a la tantas veces repetida Desamortización de Mendizabal, «en la imperiosa necesidad por contener el inminente expolio y destrucción que, imprevisto u olvidado conscientemente, sucedió a la desamortización de bienes eclesiásticos, al patrimonio monumental religioso del país», en palabras del citado Grau, quien recuerda entre otros hechos que «sólo el celo de la Junta Artística salvó lo que, junto a los fondos bibliográficos guardados en el ex-convento de monjas Catalinas de León, formaba entonces el embrión del futuro Museo Arqueológico Provincial».

Y desde ahí a muestros días 150 años de andadura que repasaremos de forma más extensa y pormenorizada de la mano de quien es su actual director, Luis A. Grau Lobo, quien llegó a  León para hacerse cargo del centro en el viejo edificio y tiene mucho que ver en el logro de su actual ubicación.
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