De Barniedo a Pandetrave

La Asociación Amigos del Camino de Santiago de León ‘Pulchra Leonina’ realizó el domingo día 18 una nueva etapa del Camino Lebaniego

Anselmo Reguera
21/06/2017
 Actualizado a 15/09/2019
Los caminantes recorriendo la sexta etapa entre Barniedo y Portilla.| JOMARDI
Los caminantes recorriendo la sexta etapa entre Barniedo y Portilla.| JOMARDI
La Asociación Amigos del Camino de Santiago de León ‘Pulchra Leonina’ realizó el pasado domingo día 18 la 6ª etapa del Camino Lebaniego desde Barniedo de la Reina por Portilla de la Reina hasta el puerto de Pandetrave con motivo del Año Santo de Santo Toribio de Liébana.

La salida de Barniedo estuvo acompañada por el sonido del agua del río Yuso, que va a ser nuestro compañero toda la jornada, y el trinar matutino de los pájaros, que parecía que lo tenían todo sin cantar, en este amanecer soleado. Aunque dado el fenómeno meteorológico que estamos pasando, prometía ser más que soleado.
Es el domingo del Corpus y la naturaleza hacía honor a la conmemoración con enormes y variadas alfombras de flores en las laderas. Cada especie vegetal que se precie debe mostrar su mejor «vestido» en esta época y así lo estaban haciendo entre las masas de bosque y las oxidadas laderas rocosas.

En uno de los meandros del Yuso se incorpora el valle y río de Lechada en cuyo espectacular fondo glaciar se pretendía construir la estación de esquí de San Glorio, uno más de esos ¿imposibles? proyectos que a los leoneses nos tienen desgraciadamente acostumbrados, en los que presentan primero las conclusiones de la memoria saltándose con desvergüenza los previos «pliego de condiciones» y «presupuesto» que conlleva cualquier proyecto que se quiera llamar así. Otra vez resignación. Y van…
El camino nos lleva hasta Portilla lugar ideal para un descanso por el enorme atractivo de esta villa, título que ostenta desde que en 1755 Fernando VI le concedió el correspondiente privilegio. Su belleza no son solo las cuatro peñas que la rodean y los dos valles que confluyen, sino que su armónico y bien cuidado caserío hace que nos sintamos en un pequeño paraíso. Mucho ayudan también los dos establecimientos de hostelería con impecable atención a los peregrinos.

Es mucho lo que hay que ver en esta pequeña villa. Destacan su ermita del Cristo a la entrada, la iglesia de santo Tomás del siglo XIV con cinco retablos renacentistas y la Virgen Peregrina del siglo XVIII y la casa-museo de Nemesio Díez Riega, insigne hijo del pueblo que emigró a Méjico con solo 14 años en 1923. A sus 28 años ya funda su propia empresa de distribución y comercialización del grano que llamó la atención de Pablo Díez (el de Vegaquemada) principal accionista y presidente del Grupo cervecero Modelo que le asocia a la empresa.

D. Nemesio establece nuevos métodos innovadores de comercialización y fidelización de clientes que llevó a la empresa a ser la primera cervecera del país y estar entre las 5 primeras del mundo.

Su hijo Valentín Díez Morodo, hoy consejero mundial del grupo cervecero A B InBev entre otros cargos, es fiel continuador de la obra de su padre a quien hace un par de años le dedicó esta casa-museo frente a la de su nacimiento. Fue nombrado en 2015 Leonés del Año por su gran amor y vinculación a nuestra tierra leonesa.

Empapados en el ambiente y la historia de esta hermosa villa, comenzamos el ascenso al puerto de Pandetrave con suma diligencia ya que el sol Lorenzo amenazaba con su mazo de alcanzarnos en el trayecto.

La subida a pesar del calor fue placentera entre las engalanadas y verdes laderas y la visión y sonido reconfortante del Yuso. Cuando estábamos exhaustos apareció la fuente de La Casilla que con su agua fresca nos dio fuerzas para subir el puerto. Le estaremos agradecidos para siempre. La brisa de la montaña hizo todo lo demás para alcanzar el impresionante mirador de Pandetrave desde el que contemplar los majestuosos Picos de Europa, con el Friero y la Torre del Hoyo de Liordes como centinelas, y el inmenso, verde y refrescante valle de Valdeón al frente.

El alma necesitaba cantar para exteriorizar la emoción de lo vivido y así lo hicimos en este marco, antes de subir al autobús y empezar los planes para las dos etapas que nos quedan del camino entre Pandetrave y Santo Toribio de Liébana que haremos, pasado el verano, el 30 de septiembre y 1 de octubre.

Buen camino a todos.
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