25/07/2021
 Actualizado a 25/07/2021
Guardar
Los ‘populares’ leoneses sustanciaron hace una semana, el domingo18, sus ‘diferencias’. Que las había. Aunque subyacieran en la trinchera de las estupideces. Y si no, que se lo pregunten a una ansiosa y conocida dama, invadida de perifollos hasta el tuétano, que, horas antes del cónclave, no dejaba títere con cabeza por sentirse desplazada del nuevo organigrama real del partido. Que eso de los ‘comités ejecutivos’, es pan para hoy y hambre para mañana. Y lo sabe. En cualquiera de los casos, siempre le quedará –es un decir, claro– lo de la cuota femenina cuando lleguen las elecciones, si es que de aquí a allá no protagoniza alguna cagada. Con perdón. Que, por norma y en agitado bucle, se ha considerado ella la más fifí de las fifís y la más lista de todos. Nada nuevo. A la postre -que esta es la lectura sin adornos- el clásico pataleo de quien se cree el ombligo del universo y, después, por su arrogancia e impetuosidad descontrolada, lo confunde todo. Dispara al tuntún. A lo loco. Y falla más que una carabina de feria.

De modo y manera –dicho sea al estilo de Victoriano Crémer–, que el congreso provincial ‘pepero’ se desarrolló –como se preveía– dentro de los límites pactados de antemano. Y aquí paz y después gloria. Por cierto, que en el discurso de Javier Santiago Vélez, el nuevo ‘amo’ de la organización leonesa, hubo una perla que pasó desapercibida, al menos, para la gran mayoría. Ensalzó la figura de Juan Martínez Majo –el ‘cabeza’ cesante–, como alcalde de Valencia de Don Juan y presidente de la Diputación, pero no como ex responsable del partido. Ese es el dato. El asunto se resume, en que, por esos lodos no resueltos, a Vélez le queda mucha labor por delante. Un trajín de dios te ampare. Brutal. Cosa diferente es que por sus capacidades y trabajo, orille las chinitas del camino y algún pedrusco que otro. Que los habrá.

Pues bien, dentro de cinco meses, en diciembre –también un 18, aunque sábado–, la pelota se jugará en el campo de un aristado PSOE, más lleno de problemas internos, que de soluciones naturales. Un concilio que explicará, sobre la tarima de la palabra, quién es quién. Y si el alcalde de León –objeto de deseo de la cúpula socialista para proceder al destripe– actúa con firmeza frente a la camada farandulera y enemiga, habrá resuelto el primer asalto. Y hasta, quizá, la pelea. Porque ese congreso, entre otras cosas, pretende ser la punta de lanza de la desintegración de José Antonio Diez, con la anuencia del ‘capataz’ regional, Tudanca, y del ‘casero’ provincial, Cendón. El combate se anuncia desequilibrado. Sin embargo, Diez tiene sus ases en la manga. Y sus razones. Y si no, que se lo pregunten el despedido y ‘chuletilla’ Ábalos.
Lo más leído