Se hizo de rogar, pero al tercer día llegó la versión esperada de la Cultural. La que se podía imaginar viendo la plantilla que se ha conformado y que se vislumbraba en la pretemporada. La que parecía oculta en los dos primeros partidos saldados con empates.Un manotazo a las dudas dieron los de José Manuel Aira, que se impusieron 5-2 a uno de los claros candidatos al ‘playoff’ de ascenso como es el Athletic B, en una demostración de que con el marcador a favor y pudiendo jugar con espacios y a la contra es como mejor se siente una Cultural llena de jugadores verticales, diferenciales y rápidos.
Una goleada con nombres propios y un único pero, las dudas que sigue dejando el conjunto leonés en los laterales y la facilidad con la que, sin apenas apretarle, el rival le hace gol. Dos le metió el filial bilbaíno, ambos con la firma de un extraordinario Oihan Sancet, que fue un oasis dentro del erial en el que el buen trabajo culturalista convirtió el ataque rival. La perla de la cantera vasca, que ya jugó este año media hora en Primera contra el Barça, se sacó dos trallazos en los dos balones que cayeron en sus pies dentro del área, consiguiendo que acabaran con premio las dos únicas oportunidades claras de su equipo. El primero, mediada la primera parte, suponía el empate y llegaba en un tiro fuerte aunque centrado tras un centro lateral. El segundo, por la escuadra y despertando los aplausos de la grada, sólo servía como maquillaje pues era el 5-2.
Kawaya, que se lesionó, abrió la lata tras culminar una contra contra dos defensores con un tremendo ‘zapatazo’ ¿Más allá de eso? Todo fueron alegrías para la Cultural, con cuatro jugadores absolutamente diferenciales y decisivos en la cómoda victoria.
Porque, salvo un Pichín muy errático de cara a puerta, todos los atacantes de los leoneses parecían en estado de gracia. Y de hecho, la media tan sobresaliente que mantuvieron provocó que, quien menos hizo, fuera quien abriera el marcador con el mejor tanto.
Fue Andy Kawaya, que en la segunda parte provocaría la peor noticia del partido al tener que retirarse lesionadotras una dura entrada que le ‘cazó’ en el tobillo. Pero antes de eso, a los 17 minutos, el córner lanzado por el Athletic B en una jugada en la que había pedido penalti por mano de la Cultural se convirtió en el 1-0.
Lo botaron mal los de Joseba Etxeberría, montó la contra la Cultural y recibió el extremo belga en el centro del campo, debiendo medirse a dos defensores. Le dio igual la inferioridad numérica. Por velocidad se fue del primero y, en la frontal, se sacó un ‘zapatazo’ imparable que entraba pegado al palo izquierdo de la meta de Ezkieta.
Luque marcó de rechace tras un tiro de Dioni y asistió al delantero tras una preciosa jugada para que hiciera el 3-1 Se ponía por delante por primera vez en la temporada la Cultural y, aunque el Athletic B llegaría a igualarlo, la alegría tardaría poco en regresar, pues a los tres minutos del empate los leoneses evitaban los posibles nervios al encontrar el 2-1.
¿Su autor? Otro de los que más brilló. De mediapunta y con Sergio Marcos por detrás llevando más peso en la elaboración se vio al mejor Luque, que se ofreció, desbordó y volvió loca a la zaga, encontrando además el premio del tanto en una jugada en la que Pichín centraba desde la derecha, Dioni se tiraba en plancha para rematar en boca de gol y, aunque Ezkieta evitaba en primera instancia el tanto con un ‘paradón’, el rechace llegaba a las botas de un Luque que marcaba a placer.
Gudiño se estrenó con gol al dejarle solo Sergio y resolver el mano a mano, y forzó el penalti que convirtió Dioni No atinaba ahí el delantero centro, aunque tiempo tendría también para redondear con goles su brillante actuación. Bregó, jugó a las mil maravillas de espaldas y además, la que tuvo, fue para dentro. Porque, a los 10 minutos de la reanudación, culminaba una jugada preciosa de la Cultural, en la que Sergio Marcos ponía un pase al hueco para la carrera de Luque, que centraba al primer toque para la llegada de Dioni, que también sin controlar batía a Ezkieta.
Era el 3-1 que daba tranquilidad a una Cultural que ganaba ampliamente la batalla del centro del campo con Sergio Marcos a los mandos demostrando que, cuando él lleva la manija, el equipo es otro y que debe ser titular indiscutible en esta plantilla.
Oihan Sancet, el mejor del filial, marcó dos goles con dos ‘trallazos’ en las únicas ocasiones visitantes ¿De ahí al final? Todavía quedaba el ‘momento’ Gabriel Gudiño, que vivió el debut soñado. Inmejorables fueron las sensaciones del argentino, que demostró garra, carácter, desborde y llegada en su primera media hora como jugador de la Cultural.
De hecho, el primer balón que tocó, acabó en el fondo de la red. Salió por Kawaya, se quedó solo ante el meta tras otro pase maravilloso de Sergio Marcos y superó sin problemas al meta para colocar el 4-1 en el marcador. Mejor imposible para el extremo, que todavía tendría tiempo para forzar el penalti del 5-1, con una gran jugada por banda, en la que tiró de velocidad y regate y, con caño incluido, se fue de su par y puso un centro que dejaba a Pichín solo y cortaba un defensor con la mano.
Fue la historia de un partido que cambia perspectivas. Que invita al optimismo. Que da aire y confianza antes de medirse a Logroñés y Burgos, dos ‘cocos’... que aún no han ganado.